Tres relatos enlazados por su contexto cultural y natural: Los llanos del Orinoco Medio. Se muestra cómo se conducen a miles de reses durante semanas enteras; la actividad de una niña becerrera y sus hermanos, pescando y jugando; mientras que una familia vive consagrada a sus doscientos gladiadores emplumados. La llanura inmensa y profunda, observada con detenimiento y frescura. 

Irene, una actriz de culebrones, hastiada a pesar de de la fama que le han reportado las exitosas series de televisión, ve cómo la relación con su marido Javier se deteriora; dos hermanos, Lucio y Andrés, enfrentados por el amor de Ana, vuelven a encontrarse y tendrán que resolver sus diferencias; un reconocido director de series de televisión, Nicolás, insatisfecho por una relación frívola y superficial con Karina; una mujer divorciada y luchadora, Laura, enamorada en silencio, saca adelante a su hijo; un idealista propietario de una librería en Caracas cuyo sueño es montar una editorial, Javier, asiste al fin de su matrimonio con Irene y al comienzo de una nueva vida apoyado por sus socios y amigos, Martín, dueño de una imprenta, al que manipula y controla su mujer y Sergio, un escritor y un amigo.

En una familia que vive del crimen, el padre quiere retirarse y dejarle algo a sus hijos, por lo que emprende una última misión que podría darle la tranquilidad del retiro y cierto bienestar a su familia. Pero las cosas no salen como esperan.

Patricia sale con César, pero él no ha podido olvidar a Mara, su novia de toda la vida, que le dejó justo después de pedirle que se casara con él. Su mejor amigo, Hugo, está decidido a animarlo y una noche de fiesta conocen a Paula, la hermana pequeña de Irene, un antiguo ligue de Hugo y la mujer de Pablo. Acabaron juntos tras la despedida de soltera de ella y nunca más han vuelto a verse. A Pablo le han despedido. Lo mejor del día ha sido sin duda que ha conocido a Mara y han intercambiado teléfonos. Podría ser el comienzo de algo, si no fuera porque Pablo ya está casado con Irene.