Sin salir del País Vasco, aunque del otro lado de la frontera pirenaica, el Festival de Cine y Culturas de América Latina de Biarritz retoma el testigo que dejó el pasado sábado San Sebastián. A partir de este lunes y hasta el 5 de octubre presentará un centenar de producciones entre largos, cortos y documentales, de las que diez integrarán su apartado oficial competitivo, en cuyo jurado se encuentra el prestigioso escritor y cineasta chileno Antonio Skármeta. El certamen galo, junto a Huelva, Toulouse y Trieste puente a Europa del cine latinoamericano, se abre con la cinta venezolana Cyrano Fernández de Alberto Arvelo, basada en la célebre obra clásica francesa de Rostand, ahora trasladada de los tiempos de capa y espada a un actual barrio periférico caraqueño. Las otras películas con opción a llevarse el premio Abrazo son las argentinas Incómodos, de Esteban Menis, y La rabia, de Albertina Carri; las brasileñas Os desafinados, de Walter Lima Jr., y Estômago, de Marcos Jorge; la chilena La buena vida, de Andrés Wood; la colombiana Perro come perro, de Carlos Moreno; la mexicana Cosas insignificantes, de Andrés Martínez; la peruana Dioses, de Josué Méndez, y la uruguayo-española Paisito, de Ana Díez. Trece documentales tendrán su propio apartado en competencia, así como el de cortometrajes, y un monográfico dedicado al joven cine uruguayo, en el que se proyectarán ocho largometrajes y un corto. Habrá exposiciones, actuaciones musicales, debates literarios y mucho más. Todo esto, hasta el próximo domingo 5 de octubre, día en que El nido vacío, de Daniel Burman, pondrá el broche de oro al festival vasco-francés en esta su 17 edición.