No está teniendo suerte Spike Lee con su último estreno, Miracle at St. Anna, una reivindicación de la participación afroamericana en la liberación de Italia durante la II Guerra Mundial. A la más que discreta acogida que tuvo el pasado fin de semana en las salas norteamericanas se suma la polémica que su interpretación de hechos históricos está generando en Italia. Grupos de ex combatientes de la resistencia antifascista no consideran conforme a lo acaecido lo mostrado por Lee y su guionista James McBride, autor además de la novela original en la que se basa el film. En la ficción de la película un partisano es quien traiciona a sus compañeros y provoca una matanza de civiles a manos de los nazis en un pueblo de Toscana. Aunque McBride asume que este detalle es fruto de su imaginación, Spike Lee no tiene intención de pedir disculpas a nadie. "Hay diversas interpretaciones de aquella matanza, pero una cosa es cierta y es la que cuento: la 16ª división de las SS mató, el 12 de agosto de 1944, en Santa Anna de Stazzema a 560 civiles", afirmó el realizador, quien considera bueno que "genere discusión". Lee no tiene problema en contraatacar y asegura que "los partisanos no eran queridos por todos, ni en Italia ni en Francia. Estaban los que después de haber hecho determinada acción escapaban a las montañas, dejando a la población civil sufriendo las consecuencias". Miracle at St. Anna se estrenará este fin de semana en 250 salas italianas con un previo letrero que advierte que la película se basa en hechos reales, y que la matanza en cualquier caso fue perpetrada por los nazis. En los cines y en los medios norteamericanos tampoco la acogida ha sido precisamente gloriosa. Debutó el pasado fin de semana con críticas mayoritariamente negativas, referidas a su excesivo e innecesario metraje (2 horas 40 min.) y a su falta de concreción y emoción, y únicamente pudo ser novena entre las más vistas, recaudando sólo $3,4 millones en casi 1.200 salas.