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GRAN CINE / Óscar Reyes Matute, Enviado Especial / Martes 01 de Enero
Palmarés del Festival del Cine Venezolano, Mérida 2011

"El rumor de las piedras" y "Reverón" acaparan los premios
***To film or not to film
Este ha sido un hermoso festival. Ha estado a reventar de muchachos en los talleres, que aspiran a ver sus personajes y sus ideas proyectados en las pantallas: una fábrica de sueños, como tiene que ser el cine. Debates, diálogos, rumbas, romances: para eso se inventaron estos saraos. Las salas llenas de gente comiendo cotufas y disfrutando en corrillos.
Este año, Venezuela está recolectando otra buena cosecha, 11 filmes en competencia, aunque debemos señalar que son del año pasado, y que en 2011 las perspectivas de estrenos de nuevas cintas van mal: no pareciera que lleguemos a estrenar siquiera 8 de aquí a diciembre. Pero estos cineastas nuestros están curtidos, y viejos y nuevos no tienen otro camino que seguir adelante, como decían Diego Rísquez y Malena Roncayolo en un conversatorio.
El aporte de las taquillas para la producción nacional a través del CENAC y La Villa de Cine han sido fundamentales: estamos viviendo un renacer luego de aquella década del 80, le duela a quien le duela.
***Otros caminos, otros financiamientos
Como en tantos aspectos de la vida nacional, algunos cineastas le echan la culpa al gobierno de que no pueden filmar, o ponen su futuro como autores en manos de los entes rectores de las políticas públicas cinematográficas. Lo que Mikel de Viana llamaba un locus de control externo: si fallo, siempre es culpa de otros. Claro, si triunfo, todo el crédito es mío.
Bienvenida la crisis. A parir todo el mundo. Porque es muy fácil (se ha hecho durante unos 40 años) meterse a cortesano, jalar y jalar para que te den un crédito, y una vez que te lo dan engorilarte, y no querer hablar con nadie, no trabajar en equipo, volverte un genio, escritor, director, montador, aplicarle operación colchón a la(el) protagonista, y luego que la película es un desastre, como esa plata no es tuya sino del gobierno, de los bolsas que pagan impuestos, no pasa nada porque no hay que pagar el aporte. Lo que Danny De Vito llamaba “Other people’s Money.” ¡Ah! Pero si esa plata fuera tuya, si hubieras hipotecado la casa para filmar una historia, otro sería el cuento ante la obra, ante el público, ante la taquilla: ya eso no sería capitalismo salvaje cinematográfico sino responsabilidad. Nuestros cineastas han tenido (y siguen, en muchos casos) teniendo poder sin responsabilidad: les dan dineros de todos nosotros (poder) pero no tienen que responder por su uso, lo cual es una variante de la corrupción.
La excusa es bizarra, pero todos la usan: si no van a la sala a verla es porque el tipo es un genio y el público es bruto, unos imbéciles que prefieren pagar por ver “Piratas del Caribe”. De acuerdo a este silogismo, los que fueron a ver Hermano y La hora cero deben ser mentecatos.
Pero tranquilo, sigue jalando y te darán otro aporte para que la vuelvas a poner, premiarán tu fracaso, y la historia se repetirá. Después dicen que Hollywood es maluco.
Ánimo, muchachos. No todo está perdido. La tecnología hoy nos permite hacer cine guerrilla, y con un poquito de talento y honestidad, puedes rodar filmes excelentes y de bajo presupuesto como Último cuerpo de Carlos Malavé, una historia policial maracucha divertidísima, un reportero del crimen que fácilmente podría estar en las pantallas de cualquier canal de TV por cable.
Bellame por su parte con El rumor de las piedras nos trajo una historia sin mucha bulla, tremendo guión, dirección de actores impecable, linda fotografía y montaje, y ahí tienes: con la misma cantidad de plata con la que otros ponen la torta el tipo te hace une película que te conmueve. No sé si me explico.
Pero este es un llamado a no perder las esperanzas, a perseverar en esta maravillosa industria, donde el cielo no es el límite sino apenas el principio.
Vaya a ver las películas premiadas, apóyelas, y vamos de una vez a los permios, antes que el lector se me aburra.
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VEREDICTO DEL JURADO
VII FESTIVAL DE CINE VENEZOLANO, MÉRIDA, 2011
MEJOR CÁMARA
Alexandra Henao y Jesús Ayala - El rumor de las piedras, de Alejandro Bellame
MEJOR SONIDO
Lena Esquenazi - El chico que miente, de Marité Ugás
ME JOR MÚSICA
Alejandro Blanco Uribe y Luigi Sciamanna - Reverón, de Diego Rísquez
MEJOR MONTAJE
Moisés Durán, Ángel Manrique y Félix Colina - El rumor de las piedras
MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
Cezary Jaworsky - Reverón
MEJOR DIRECIÓN DE ARTE
Diego Rísquez - Reverón
MEJOR ACTRÍZ PRINCIPAL
Rossana Fernández - El rumor de las piedras
MEJOR ACTOR PRINCIPAL
Luigi Sciamanna - Reverón
MEJOR ACTRÍZ DE REPARTO
Sheyla Monterola - Reverón
MEJOR ACTOR DE REPARTO
Christian González - El rumor de las piedras
MEJOR GUIÓN
Alejandro Bellame Palacios y Valentina Saá - El rumor de las piedras
MEJOR OPERA PRIMA
Samuel, de César Lucena
MEJOR DIRECIÓN
Diego Rísquez por Reverón
MEJOR PELICULA
El rumor de las piedras
PREMIO DEL PÚBLICO
Reverón
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