País: Venezuela
Género: Documental / Idioma: Español
Duración: 101 min / Clase A


Un viaje a los orígenes a través de retratos de arrieros y campesinos de los Andes venezolanos, quienes enfrentaban la belleza feroz de ese desierto de hielo, que son los Paramos, cubiertos apenas con un poncho y muchas veces descalzos.
REFERENCIA
El venezolano Atahualpa Lichy, además de ser director de cine, comparte su pasión por el medio siendo miembro de equipos de selección de películas para festivales, además de ser docente y conferencista en escuelas de cine o festivales.
Inició su carrera en la segunda mitad de la década de los 60, dirigiendo diversos cortometrajes documentales y de ficción. Entre 1981 y 1984 dirige la serie documental “Claves”, compuesta por cuatro capítulos de 26 minutos sobre el nuevo cine latinoamericano.
De 1990 es, hasta ahora, su único largometraje de ficción, Río Negro, un drama histórico centrado en la figura de Tomás Funes, militar venezolano que se hizo famoso por su crueldad en la Amazonía venezolana, en los años 20 del siglo pasado, que fue premiado en los festivales de La Habana, Cartagena y Biarritz. Su largometraje documental, El misterio de las lagunas, fragmentos andinos (2011), fue seleccionado en más de cincuenta festivales de cine, y es un acercamiento a los habitantes de los Andes venezolanos a través de las leyendas, la tradición oral, el realismo mágico y la música.
Con Páramos de leyenda (2024) continúa este acercamiento a los habitantes de la región quienes día a día enfrentan esa helada belleza feroz cubiertos apenas con un poncho y muchas veces descalzos. “La precariedad iba templando personalidades recias, pero con un gran sentido del humor. Sus vidas aventureras podían cruzar seres sobrenaturales, incluyendo a brujas o Momoyes, duendes traviesos, que pueden provocar grandes catástrofes naturales, para castigar a los hombres cuando contaminan la región”.
A través de diferentes tipos de ilustraciones: pinturas, acuarelas, grabados de los siglos XIX y XX, de las fotos de comienzos del siglo XX -muchas inéditas-, así como de animaciones, el cineasta quiere transmitir una época y un modo de vida: “sus tradiciones, mitos y leyendas, así como la veneración que tienen por el medio ambiente, que ellos lograron preservar y que habíamos olvidado”.
Al igual que en su anterior documental, las canciones (compuestas por Rafael Salazar) funcionan a manera de comentario y sirven de hilo conductor de diferentes historias, que reflejan una pasión por la vida. “Nuestra película busca conservar ese patrimonio intangible que sólo apreciamos cuando lo perdemos”.
(Fuente: Brochure de la película)



Guion: Diana Lichy, Atahualpa Lichy.
Producción: Atahualpa Lichy, Diana Lichy - Yavita Cine / Aportes: CNAC - Fundación Villa del Cine..
Fotografía: Gerard Uzcátegui.
Montaje: Carlos Ayesta Ch., Atahualpa Lichy, Ilka Valdés, Diana Lichy.
Música: Diana Arismendi, Alfredo Rugeles / Canciones: Rafael Salazar.
Distribución: Gran Cine