Considerada la mayor producción extranjera rodada en Bolivia, se estrenó en Cochabamba la película La cacería del nazi -en francés La Traque-, film sobre la captura de Klaus Barbie que tiene entre sus protagonistas a la alemana Franka Potente. Barbie, apodado "El carnicero de Lyon", fue capturado en Bolivia y extraditado a Francia en 1983 para ser condenado por sus crímenes de lesa humanidad. La cacería del nazi promete no dejar a nadie indiferente, de acuerdo a palabras del co-productor de la cinta, el boliviano Gerardo Guerra, quien tiene gran expectación con la repercusión que tendrá el film en tierra boliviana. Y es que el largometraje dirigido por Laurent Jaoui narra el trabajo realizado por el matrimonio compuesto por Serge y Beate Klarsfeld para provocar la captura de Barbie, luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, en Bolivia, de donde fue deportado a Francia por el entonces presidente Hernando Siles Suazo. Además de ser una historia que compete a Bolivia, la cinta se rodó en buena medida en el país de Evo Morales -además de Argentina y Francia- y cuenta con intérpretes locales como Jorge Ortiz, Jesús Rojas o Fernando Arze, que acompañan a los protagonistas, Yvan Attal, Hanns Zischler y Potente. "La película está narrada desde un punto de vista más europeo en el sentido de que cuenta todo lo que pasaron los Klarsfeld para preparar el terreno antes de poder iniciar la captura de Barbie", dijo Guerra en declaraciones que publica la agencia EFE, agregando: "Sabemos que van a surgir muchas opiniones e incluso polémica por la interpretación histórica de la película y porque aún hay mucha gente en nuestro país que conoce la historia y que conoció a Barbie personalmente". Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, como muchos nazis, Barbie huyó a la Argentina, desde donde se trasladó a Bolivia. Allí se nacionalizó y vivió bajo el nombre de Klaus Altmann. Hasta que los Klarsfeld, quienes se especializaron en capturar nazis ocultos en América Latina, consiguieron que se lograra su captura. Barbie fue extraditado a Francia en 1983, y en 1987 fue condenado a cadena perpetua por sus crímenes, entre los que se cuenta haber dado la orden para asesinar a 50 niños judíos en Lyon, lo que le valió la denominación de "el carnicero de Lyon". Murió en prisión de un cáncer.