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DIARIO TAL CUAL / Martha Cotoret / Martes 01 de Enero
Cine criollo a montón
Cine criollo a montón
Entre 2010 y 2011, más de veinte filmes venezolanos llegarán a la gran pantalla. Casi todos sin pena ni gloria
La cantidad de estrenos de películas de factura venezolana para este año representarán un aumento en relación a los largometrajes de ficción que llegaron el año pasado a las salas de cine locales. En el primer semestre de 2010 se espera que cinco películas criollas lleguen a las carteleras. El incremento se debe principalmente al estreno de algunas películas programadas por el año pasado, cuyo ingreso en la cartelera fue diferido por el aumento en los costos de posproducción. Este es el caso de películas como Cheila, una casa pa’ Maíta, Muerte en alto contraste y Taita Boves que, aunque fueron presentadas a finales de 2009 en el marco de Festival de Cine Venezolano de Mérida, no llegarán a las pantallas comerciales hasta el segundo semestre de este año. "El año pasado hubo algunos retrasos en posproducción y los estrenos se están concentrando en este año. Hubo continuidad en los proyectos que ya se venían haciendo y todos se van a mostrar ahora", aseguró Bernardo Rotundo, presidente de Gran Cine. Para el exhibidor y distribuidor de películas, este aumento en la producción nacional tiene relación directa con la reforma de la Ley de Cine, primera fuente de financiamiento de los proyectos cinematográficos. "Si revisamos los presupuestos, el aporte de sector estatal más o menos se ha quedado entre 11 y 12 millones de bolívares fuertes, mientras que el aporte que viene por Fonprocine que lo dan entre las salas de cine y los distribuidores- viene paulatinamente en aumento", dijo Rotundo. El presidente del circuito Gran Cine celebró la estabilidad económica que ha alcanzado la industria de cine venezolano gracias a las fuentes de financiamiento de la industria privada. El cine "no depende de las partidas presupuestarias que le pueda otorgar el Ejecutivo Nacional", aseguró. Para Rotundo la reforma de la Ley de Cine es, en conclusión, la clave para que en Venezuela se mantenga un plan de realización de filmes permanente. MÁS ES MEJOR Las coproducciones también han aumentado. Películas como Un lugar lejano de José Rafael Novoa -estrenada a final del año pasado- y Des-autorizados de Elia Schneider, actualmente en cartelera, han escogido esta vía para hacer más llevaderos los gastos de la producción. "Hay algunos proyectos que pueden ser costosos. Entonces siempre es bueno llegar a acuerdos con otros países para hacer algunas coproducciones. Estamos hablando nada más de los largometrajes de ficción. También se está haciendo un trabajo importante con los documentales y los cortometrajes", explicó Rotundo. Las coproducciones, dijo el presidente de Gran Cine, están dinamizando la producción local en todos los espacios. Los productores tienen que aprovechar los vínculos internacionales que existen, como el programa Ibermedia o los acuerdos que puedan llegar con Europa u otros productores de Latinoamérica, ejemplificó Rotundo. PARA TODOS LOS GUSTOS Según el plan de estrenos de los exhibidores privados y estatales, en el primer semestre de 2010 se estrenarán cinco largometrajes de ficción. El primero fue Amorcito corazón de Carmen Roa la cual llegó a las salas de cine comerciales el pasado 12 de febrero. La película habla de lo que es una mujer capaz de hacer por despecho. Luego fue el turno de Des-autorizados, de Elia Schneider, que se estrenó el pasado 26 de marzo. El largometraje presenta una novedosa propuesta de cómo manejar tres historias en una misma película. La misma directora del filme es parte de esta producción que cuenta la vida de un director de teatro que quiere cambiar radicalmente el destino de sus actores. Para este semestre, también se espera el estreno de Subhysteria de Leonardo Zelig, Hermano de Marcel Rasquin y Habana Eva de Fina Torres. La primera trata de retratar qué sucedería si 16 desconocidos quedan atrapados en un vagón del metro de la ciudad de Nueva York, sin contacto con el exterior y sin comida. La propuesta de Rasquin se basa en la historia de dos hermanos divididos por la politización de Venezuela, quienes conseguirán la unión a través del su única pasión: el fútbol. Por su parte, Torres muestra con metáforas y mucho humor la difícil situación en la que puede colocarse a una persona a quien se le pretende obligar a escoger entre un sistema de gobierno u otro. Para el segundo semestre del año, las carteleras de cine nacional abrirán espacio para Cheila, una casa pa’ Maíta dirigida por Eduardo Barberena y escrita por Elio Palencia, Muerte de alto contraste de César Bolívar, Taita Boves de Luis Alberto Lamata, Las caras del Diablo de Carlos Malavé, 9 meses de Miguel Perelló, El chico que miente de Marité Ugás y El último cuerpo de Carlos Daniel Malavé, entre otras películas.