Aprovechando su gira internacional de promoción de Eat Pray Love, Julia Roberts recibirá en San Sebastián, muy posiblemente de manos de Javier Bardem, su amor definitivo en la película, el Premio Donostia, recompensa que el certamen donostiarra concede a grandes figuras por su carrera. La película será proyectada fuera de concurso, y además de la citada pareja acudirán al festival español el director del film, Ryan Murphy, creador de la exitosa serie musical "Glee", y el gran actor Richard Jenkins, conocido por su papel del "padre fantasma" en la serie "Six Feet Under". Como el mítico personaje de Lo que el viento se llevó, Scarlet O'Hara, Julia Roberts es una orgullosa, imprevisible, luchadora y por mucho tiempo desgraciada en amores señorita sureña. Tuvo una gran oportunidad y la aprovechó, hasta ser la actriz mejor pagada (posiblemente la primera en llegar al tope de los 20 millones por película), pero después, el peso del estrellato, su cabecita loca y no poca mala suerte se conjuraron para apearla de un número uno que su calidad como actriz le había hecho conquistar. De ese bache fue capaz de recuperarse, y con pausas para sus sucesivas maternidades, a los 42 años, al menos ha recuperado buena parte de su estatus. Ya no es la nueva "Novia de América", por obvios motivos de edad, pero su talento sigue intacto. Nacida en Smyrne (Georgia), el 18 de octubre de 1967, dentro de una familia de actores (su hermano Eric tuvo también un fugaz momento de éxito antes de caer en las películas de acción de serie "B"), fue modelo antes de debutar en 1987, destacar en Mistic Pizza y subir a lo más alto gracias al papel de la joven madre diabética de Magnolias de acero (Steel Magnolias, 1989), por el que cobró 90.000 dólares y la nominaron al Oscar de reparto, además de ganar un Globo de Oro. Inmediatamente fue contratada para dos películas, la archifamosa Pretty Woman, al lado de Richard Gere (con una nueva nominación), y Línea mortal (Flatliners, 1990), en la que también participaba el actor Kiefer Sutherland, que se convirtió en su prometido. Luego vinieron Durmiendo con su enemigo (Sleeping with the Enema, 1991) y Todo por amor (Dying Young, 1991). A los pies del altar, abandonó poco después a Sutherland para huir con su amigo, el también actor Jason Patric, que no tardó en ser historia igualmente. Por entonces, a principios de los años 90, estaba rodando bajo las órdenes de Spielberg, Hook. Julia acabó su interpretación de Campanilla, y salvo su episódica aparición en The Placer (1992), se retiró "para tomarse un descanso", que luego duró dos años. La niña bonita de Hollywood, que perdió por esta pausa papeles como los de Leyendas de pasión (Legends of the Fall, 1994) y Mientras dormías (While You Were Sleeping, 1995), empezó a inspirar rumores y comentarios sobre sus caprichos en el amor y el trabajo, y hasta algunos le atribuyeron problemas depresivos. Fracasó su sorpresiva boda con el cantante "country" y ocasional actor Lyle Lovett, y tampoco cuajaron sus supuestas salidas o relaciones con Ethan Hawke, Liam Neeson o Richard Gere. Por fin se estabilizó tras su matrimonio en 2002 con el técnico y camarógrafo Daniel Moder, con quien ha tenido sus tres hijos. Justo un año antes había conseguido su tercera nominación al Oscar, la que sí ganó, por Erin Brockovich (2000). Otras de sus cintas más conocidas fueron La boda de mi mejor amigo (My Best Friend’s Wedding, 1997), Ocean’s Eleven (2001) y su secuela Ocean’s Twelve(2004), Un lugar llamado Notting Hill (Notting Hill, 1999), La sonrisa de Mona Lisa (Mona Lisa Smile, 2003), Closer (2004), Juego de poder (Charlie Wilson’sWar, 2007) o Duplicidad (Duplicity, 2009). Acaba de terminar Larry Crowne, dirigida y protagonizada por su amigo Tom Hanks. A San Sebastián, Julia traerá Eat Pray Love, que se acaba de estrenar este fin de semana en Estados Unidos con amplia expectación pero críticas mayoritariamente negativas. La organización del festival donostiarra ha dejado entrever que podría haber, como años atrás (el pasado fue único) otro Premio Donostia. Grandes figuras de Hollywood y del cine internacional recibieron desde 1987 este galardón honorario, de Glenn Ford a Ian McKellen, pasando por una serie de ilustres desaparecidos: Vittorio Gassman, Bette Davis, Anthony Perkins, Robert Mitchum, Lana Turner, Paco Rabal o Dennis Hopper. Siguen por suerte vivos receptores como Susan Sarandon, Catherine Deneuve, Al Pacino, Michael Douglas, John Malkovich, Anthony Hopkins, Anjelica Huston, Michael Caine, Robert de Niro, Julie Andrews, Warren Beatty, Jessica Lange, Francis Ford Coppola, Sean Penn, Woody Allen, Max Von Sydow, Richard Gere, Meryl Streep y Antonio Banderas.