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EL UNIVERSAL / Ángel Ricardo Gómez / Martes 01 de Enero
Cortas historias llegan al cine desde la otra orilla
Cortas historias llegan al cine desde la otra orilla
Dos jóvenes cineastas venezolanos estrenan, en la Cinemateca Nacional, sus cortometrajes producidos en Europa.
Beatriz Ciliberto se fue hace cinco años a Francia en busca de formación, un nuevo idioma y vivencias para nutrir su imaginario; hoy regresa a Venezuela con un cortometraje bajo el brazo y muchos proyectos en mente. Antonio Savinelli (en la foto) tiene cuatro años en España, también cruzó el océano para nutrirse de conocimientos y experiencias, que le han servido para los cortos que presenta junto al de Ciliberto, esta noche a las 7:00 pm en la Cinemateca Nacional. Bolsa de huesos y recuerdos lleva por título el trabajo de la caraqueña. Narra la historia de una artista que en el ocaso de su carrera canta por última vez, al tiempo que es testigo de cómo el tiempo le ha encontrado una suplente. Todo un drama narrado sin una palabra, sólo con acciones, música y el predominio de la imagen sobre la palabra. Los cortometrajes de Savinelli llevan por título Zumo de naranja y Como el agua. El primero es la anécdota de un hombre que esconde tras su adicción al jugo de naranja otro vicio, que le traerá consecuencias mortales. Como el agua, es casi una fábula que dicta que cada persona tiene su misión (un pez) de la cual hay que estar pendiente y tener paciencia (como en la pesca). Ambos cineastas descartan que se esté produciendo una fuga de talentos en Venezuela, "mientras la gente se forme y vuelva", expresó Savinelli. Los dos esperan seguir un tiempo más en Europa, pero desean regresar a dejar en su país lo obtenido en el extranjero. Savinelli prepara un largo titulado Tomates maduros, sobre un hombre que aspira a hacer volar un aeroplano usando este fruto como combustible. Ciliberto tiene en mente un largometraje, llamado Santa Bárbara, basado en una tragedia ocurrida en el Zulia, y un documental en África.