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DIARIOS TAL CUAL Y EL UNIVERSAL / Editorial Tal Cual y El Universal / Martes 01 de Enero
Reacciones a las declaraciones del Ministro Sesto
Reacciones a las declaraciones del Ministro Sesto
Reproducimos las reacciones que han generado las declaraciones del Ministro del Poder Popular para la Cultura, Francisco Sesto.
Actores abogan por inclusión en La Villa Histriones rechazan declaraciones "desafortunadas" del ministro Sesto ÁNGEL RICARDO GÓMEZ El ministro de la Cultura, Francisco Sesto, se preguntaba en una comunicación reciente: "¿Es un error haber permitido que este personaje menor del fascismo criollo (la actriz Fabiola Colmenares) hubiese trabajado en una película de la Villa del Cine?", y luego se respondía en tono "incluyente": "Nuestros espacios, los espacios del pueblo, no van a ser utilizados para atacar al proceso revolucionario". Pues tal acto de "inclusión" ha generado fuertes reacciones adversas dentro de un gremio que trabaja esencialmente en libertad, el de los actores. Para el veterano Luis Abreu, quien interpreta al viejo Salim en la película Miranda regresa de la Villa del Cine, se trata de un hecho "lamentable y triste". "Cuando el ministro dice que ahora habrá que afilar el lápiz para seleccionar a los actores que trabajen para la Villa, está poniendo en duda el talento del equipo de Miranda, que ha elegido un elenco A1", dijo. Abreu agregó: "Si estamos aproximándonos a una cacería de brujas o una nueva lista donde la gente se excluya porque opina en contra del presidente Hugo Chávez, estaríamos ante uno de los hechos más lamentables de la Historia venezolana". Su hijo, Luis Gerónimo, quien encarna también a Salim en sus años mozos (en la foto con Jorge Reyes), cuestionó que se ponga en duda el talento actoral de Fabiola Colmenares. "Él habla (Sesto) de que le habría regalado un espacio a Fabiola y no es así, Fabiola está en Miranda por lo buena actriz que es, ella lo ha demostrado y nadie lo duda, es una de las mejores de su generación", afirmó. Abreu recordó que la Villa del Cine pertenece a "todos" los venezolanos, "no a un ministro o a un Presidente, para que él tenga la desfachatez de decir esa tontería, de segregar en lugar de sumar". El joven actor expresó de manera tajante: "Si en este país hay que estar de acuerdo con el presidente Chávez para actuar en la Villa, entonces que se ahorren la llamada telefónica la próxima vez", al tiempo que pidió al ministro que se ocupe de la cultura, "auspiciar que este país tenga a la mano la cultura; no hacerle propaganda a las ideas del Presidente y aupar la reforma". Luigi Sciamanna, quien da vida al mejor amigo de Miranda, John Turnbull, en la súper producción de la Villa, comentó: "Cualquier lista donde se coloque el nombre de un ser humano, cualquier lista que lo clasifique o desclasifique y lo convierta en una cifra, en un señalado o en un señuelo, es un acto vejatorio". Sciamanna añadió: "Me siento feliz y orgulloso de haber participado en Miranda regresa junto al equipo humano que allí trabaja. No sólo fue emocionante el conocerlo sino un placer estar junto a ellos profesionalmente. La Villa del Cine es un proyecto importante que debe crecer y desarrollarse y hasta ahora ha sido un proyecto de inclusión. Espero que así se mantenga". El protagonista de Miranda regresa, Jorge Reyes, optó por no opinar, con el argumento: "No me meto en nada político, no me gusta", al tiempo que aclaró que es por su carrera, "no porque nadie me impida nada".-------------------------------------------------------------------- Editorial Tal Cual Cultura canalla Pocos documentos como la carta de Farruco Sesto sobre la actriz Fabiola Colmenares revelan más cristalinamente el espíritu stalino-fascista que anima a algunos sectores de este régimen. Sería injusto, además de inexacto, decir que en el chavismo todos se identifican con la manera de pensar y actuar de ese sujeto, cuya valía como hombre de cultura es poco menos que nula. Es más, hay varios que sólo se refieren a ese tipo con el mayor sarcasmo y desdén. Pero este pequeño canalla ocupa el cargo de ministro de la Cultura y desde allí ejerce un poder y una influencia que no pueden dejar indiferentes no sólo a ningún venezolano sino a ninguno de los intelectuales que honestamente se han montado en el tren del gobierno. Sesto se pregunta, refiriéndose a Fabiola Colmenares: "¿Es un error haber permitido que este personaje menor del fascismo criollo hubiese trabajado en una película de la Villa del Cine?" Se responde él mismo: "Debemos dejar claro de una vez por todas (...) que nuestros espacios, los espacios del pueblo, no van a ser utilizados para atacar al proceso revolucionario". Pregunta y respuesta están precedidas de unas consideraciones sobre la "exclusión" y la "inclusión" en la gestión cultural, que no merecen ningún comentario tanto por su pobreza conceptual como por las mentiras galopantes que pretende hacer pasar por juicios sobre el pasado y el presente del quehacer cultural público en el país. De acuerdo con nuestro personajillo, a los espacios culturales en manos del Estado sólo pueden tener acceso los chavistas. Quien no comparta ese credo está excluido. El Estado no es de la Nación; el Estado es del Gobierno y del Partido. Y todos son de Chávez. Así era la Unión Soviética; así era la Alemania nazi; así es, todavía, Cuba. El cretinismo farruquiano pretende imponer como política cultural el desconocimiento del pluralismo y la diversidad propios de cualquier sociedad y sustituirlos por la sumisión al pensamiento oficial en todas sus variantes. Porque el caso de Fabiola es sólo un pretexto para Farruco Sesto. El gran inquisidor, a quien se dirige, en verdad, es a todos los creadores culturales y les advierte que quien no se someta a las pautas políticas del régimen no tiene nada que buscar en "nuestros espacios". Es un texto chantajista y amenazador. Sería bueno oír de algunos de los intelectuales que se identifican con el régimen pero a quienes se les conocieron convicciones democráticas y anti-totalitarias, la opinión que les merece el credo político-cultural de Sesto.Carlos Noguera, Luis Alberto Crespo, Carlos Azpurua, Roberto Hernández, Juan Pedro Posani, para citar unos pocos, ¿van a callar y otorgar?