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Opiniones encontradas entre los diferentes sectores que asocian a los directores argentinos
Opiniones encontradas entre los diferentes sectores que asocian a los directores argentinos
Opiniones de las distintas asociaciones de directores que existen en Argentina.
El cine argentino se encuentra caldeado por estos días. El advenimiento de un nuevo gobierno, si bien continúa el modelo actual, ha provocado que todos saquen sus trapitos al sol, y se subraye la división que existe entre los directores argentinos. Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) ha asumido en las últimas semanas la voz de los realizadores locales fijando una postura frente a la actual conducción del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), firmando incluso una solicitada en el diario Clarín. Pero no todas las asociaciones que núclean a los directores están de acuerdo con las opiniones de DAC, e incluso varios miembros de la propia asociación se han manifestado en contra de sus acciones. "En nuestro país existen cuatro asociaciones de directores, a saber DAC, DIC, AADC y PCI. Si bien esta última efectivamente en estos días emitió un documento manifestando su deseo de dar solución a determinados temas, la misma se negó a firmar la solicitada de referencia, por lo que la única entidad que pide cambios al nuevo gobierno es la comisión directiva de DAC y leyendo el mail de respuesta de (Juan José) Campanella (en la foto) y los comentarios de varios asociados, pareciera ser que no refleja el pensamiento de la entidad en su conjunto", explicó a Noticine, Miguel Mato, presidente de DIC. Precisamente DIC, envió un comunicado -firmado conjuntamente por la AADC que preside Néstor Lescovich- fijando su postura ante la solicitada de DAC. En la misma se explica: "En estos últimos días se ha difundido por Internet una carta suscripta por DAC junto a tres de los sindicatos que participan de la industria cinematográfica. Se trata de una solicitud de pedido de audiencia de los firmantes a la Presidenta electa, Cristina Fernández, en la que, a lo largo de su texto le solicitan 'un golpe de timón' y la remoción lisa y llana de la actual conducción del Incaa. En el día de ayer, fue publicada en el diario Clarín una solicitada con la misma firma donde se le exige 'a las autoridades nacionales' cumplir con una serie de reclamos y en la que, un poco más elípticamente se vuelve a insistir con el cambio de las autoridades actuales. "En primer término, queremos dejar en claro que la DAC es solamente una de las cuatro entidades que nos agrupan y que en conjunto representan a la mayoría de los directores de cine. Y hacemos hincapié en lo de 'la mayoría', porque queremos ser honestos y todos sabemos que además existe un numeroso grupo de directores que no participa gremialmente de ninguna de las cuatro entidades hoy reconocidas jurídicamente (DIC, AADC, PCI y DAC). En segundo término queremos hacer público nuestro desacuerdo con el modo de proceder de la Comisión Directiva de la DAC que vuelve a darle la espalda al acuerdo de consenso entre las cuatro entidades establecido en julio de 2006 y actúa una vez más de forma arrogante y unilateral pretendiendo una representatividad sobre todo el conjunto de los directores que por cierto hoy no tienen ni sobre sus propios asociados". Así lo ha hecho saber, entre varios otros, Juan José Campanella, quién, a raíz del texto del pedido de audiencia a la nueva Presidenta ha escrito a la Comisión Directiva de DAC una respuesta donde expresa, entre otros párrafos, lo siguiente: '…no estoy para nada de acuerdo en el tenor de los conceptos de la gran mayoría de ellos…', '…no recibí copia previa del texto y me pregunto si fue el resultado de un debate interno, o el fruto de una Comisión que se arrostra la representación de todos…', '…el tono de este comunicado bordea lo traicionero…'. Hacemos mención a esta respuesta ya que del mismo modo inconsulto, el representante de DAC para el Consejo Asesor del Incaa (designado también como fruto del acuerdo de las cuatro entidades) llevó e impuso en la última reunión del Consejo una propuesta para que los miembros de los Comités no emitan ningún dictamen hasta tanto no se regularice por la vía del decreto presidencial la conformación del Consejo Asesor. "Nos parece absolutamente fuera de lugar esta forma de presión con la que no acordamos, pero mucho peor nos parece la forma en que esa propuesta fue llevada a la mesa del Consejo sin haber sido consultada ni comunicada previamente a dos de las asociaciones, curiosamente las dos que confiaron en que el respeto al acuerdo de consenso evitaría estos procederes mesiánicos y extemporáneos. Lamentablemente ésta y otras muchas actitudes similares durante estos últimos diecisiete meses, han terminado de dar por tierra con el acuerdo suscrito en julio de 2006 ya que envilecen el espíritu consensual y solidario y los términos en que fue elaborado y firmado en su momento. De esta manera peligrará la participación de la representación de directores en el Consejo Asesor y solo se consigue el efecto contrario para lograr los objetivos comunes que con tanta vehemencia dicen defender". DIC y AADC se explayan sobre su visión de la actual gestión del Incaa: "Creemos que ha sumado aciertos y ha cometido errores y siempre hemos intentado que el conjunto de los directores acompañe y suscriba los primeros y señale y debata abiertamente los segundos y a la vez proponga caminos a seguir y bregue por dar la discusión entre toda la industria y el Incaa, para resolver los desafíos pendientes vinculados a cuota de pantalla en salas y en tv, a la derogación del IVA para la actividad y las medidas que colaboren en la mejora de la difusión y la exhibición de nuestro cine. Pero a la vez somos también acérrimos defensores de la autarquía del Incaa, recuperada con nuestra participación activa hace apenas cinco años. Y esa autarquía establece un periodo de cuatro años para cada gestión al frente del organismo. Exigir de forma airada e irresponsable, y con un lenguaje tan poco feliz un 'golpe de timón' como el que propone DAC, atenta contra la esencia misma de la autarquía y por lo tanto la pone en peligro para el futuro inmediato". El comunicado concluye: "Desde ya esperamos contribuir a mejorar el futuro de nuestro cine, en principio, tratando de hacer el mejor cine posible, y al mismo tiempo respetando la diversidad, los distintos formatos, la capacidad artística y técnica y el deseo de recuperar mucho más el hoy tan esquivo favor del público. Pero ésta es una tarea compleja que supera las simplificaciones y los voluntarismos, privados o estatales, y que exige análisis, autocrítica y la posibilidad de un debate honesto y enriquecedor entre todos los sectores y entidades junto a los representantes del Incaa. Un debate lúcido que exceda los devaneos de oportunismos estériles que sólo busca revolver el río sin importar que la pesca de unos va en desmedro de otros muchos y que este tipo de accionar termina por perjudicar a todos, depredando lo que tanto esfuerzo costó conseguir. Nuestro cine tiene que volver a ser un hecho relevante para la sociedad, y no un marco de disputas mezquinas y teñidas de intereses partidarios. En lo inmediato nos encontraremos como siempre, en tanto entidades de cine que somos, pensando y trabajando por el mejor desarrollo de nuestra actividad, en lo cultural y en su carácter industrial, pero al mismo tiempo haciendo todo lo posible por sostener nuestra identidad y nuestros principios y para que las decisiones del conjunto de los directores de cine sean producto de un consenso real que en estos días, desafortunadamente, ha sido presa de un modo de actuar excluyente e irracional".