En los últimos años se le ha llamado de todo a Academia de Hollywood. Que si es muy blanca, o muy vieja, o que va dando bandazos, muy artística pero poco en contacto con los gustos del público. Pero lo que está claro es que escucha, quizá demasiado. Porque menos de un mes del criticado anuncio de una nueva categoría para la película más popular, la Academia ha echado marcha atrás. O al menos ha frenado la entrada en vigor de su decisión. Así lo explica un comunicado en el que la organización subraya que aunque siguen comprometidos “con la celebración de un espectro más amplio del cine”, la Academia “no presentará una nueva categoría en su 91ª edición”.

La organización que anualmente entrega el galardón más preciado (y en los últimos años el más lleno de controversia) hace referencia al llamado Oscar a la película más popular que quería conceder en su próxima entrega de premios. La sarta de críticas con la que fue recibido el anuncio de la nueva categoría les ha hecho recular. “La concesión de un nuevo premio ha producido una amplia gama de reacciones y reconocemos que necesita una mayor discusión con nuestros miembros”, indica el comunicado. La nueva categoría ha sido retirada antes incluso de gozar de un nuevo nombre dada la dificultad de resumir lo que desea la Academia: un galardón que premie las películas que ve la gente y con ello aumentar su menguante audiencia.

La creación de una nueva categoría causó polémica tanto entre la industria en general como entre los miembros de la Academia en particular. Los encargados de las campañas promocionales se vieron estas semanas como pollos descabezados intentando conocer el alcance de la nueva categoría para organizar la estrategia de sus postulantes a tan solo cinco meses del anuncio de las candidaturas al Oscar. Y los miembros se sintieron ofendidos con la creación de una categoría para la que no habían sido consultados (fue una decisión de la junta de gobernadores) y sobre la que se fueron filtrando las presiones de la cadena ABC de televisión, que emite los Oscar y que es parte del conglomerado mediático de Disney, detrás también de películas tan populares como las de la Marvel o las de los estudios Lucas.

“La Academia reconoce que poner en marcha cualquier nuevo galardón a nueve meses del comienzo del año crea un gran reto para películas que ya han sido estrenadas”, añade la nota que subraya que el interés de la junta de gobernadores en esta nueva categoría se mantiene. “Continuarán las discusiones y examinaremos y buscaremos más información para ello”, añade. Para salvar cara, la consejera delegada de la Academia, Dawn Hudson, recuerda que esta institución cinematográfica ha hecho cambios en los Oscar a lo largo de los años “incluído este” y continuará “evolucionando pero también respetando el increíble legado de los últimos 90 años”.

Los cambios a los que se refiere para la próxima edición, que culminará con la entrega de las estatuillas el 24 de febrero de 2019, son la reestructuración y recorte de la ceremonia, reducida a tres horas. Para ello entre seis y ocho categorías de las 24 que se conceden se anunciarán en directo en el Teatro Dolby de Los Angeles pero durante los cortes publicitarios de la retransmisión. Esos momentos fuera de cámara serán editados y mostrados más tarde o en otras plataformas. Durante la retransmisión solo se dará a conocer su resultado. Todavía no se ha realizado la también polémica selección de estas categorías que vivirán su gloria en la sombra.

Otros anuncios confirmados son la celebración de la 92ª edición de los Oscar prevista para el próximo 9 de febrero de 2020, adelantando casi un mes su fecha de entrega aunque el cambio no afectará al proceso de la votación o al plazo de calificación de las películas postulantes. Todos los cambios se han producido tras el nuevo descenso de la audiencia de unos premios como los Oscar que, desde su último momento de gloria en 2014, han caído un 39% en el número de espectadores.