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El humor del "barcelonés" Woody Allen ilumina una dura jornada en Cannes
El humor del
Después de una jornada de cintas sombrías, la comedia de Woody Allen filmada en Barcelona, es recibida con beneplácito
Tras dos films en competencia -el de Walter Salles y otro chino- más bien duros de tragar, Cannes ha recibido a Vicky Cristina Barcelona con sonrisas de alivio. La comedia española de Woody Allen (en la foto con Penélope Cruz), cuya presentación nos privó de la presencia de Javier Bardem y Scarlett Johansson, fue aplaudida por el público y sus críticas han debido dejar más que satisfecho al productor Jaume Roures, artífice del desembarco en la capital catalana del cineasta neoyorquino. Amor y celos, choques culturales incruentos y divertidos, unos protagonistas "sexys"... conviven al servicio de la historia de una pareja de americanas (Scarlett Johansson y Rebecca Hall) que pasan sus vacaciones en Barcelona y allí conocen a un bohemio pintor (Javier Bardem) y a su temperamental ex pareja (Penélope Cruz). Vicky Cristina Barcelona convenció a los amantes del lado más cómico de Woody Allen, quien está más que dispuesto a seguir rodando en España (ha hablado de Madrid, San Sebastián o la misma Ciudad Condal) siempre que haya euros sobre la mesa. La cinta, presentada fuera de concurso, ha disfrutado de la atención preferencial de todos los medios y de muy positivos comentarios en la prensa industrial. Las críticas coinciden en que es la mejor película de Woody Allen en años, y la de mayores posibilidad comerciales... "Apoyada por la vitalidad y el carisma de las superestrellas españolas Javier Bardem y Penelope Cruz, esta soleada comedia romántica bien podría ser la más atractiva para la audiencia que Allen hace en años", afirma Mike Goodridge en Screen International. En Hollywood Reporter, Kirk Honeycutt coincide en decir que en Barcelona Allen ha recuperado el espíritu y la chispa de sus comedias neoyorquinas, perdida en su etapa británica, y comenta: "la película pertenece a Javier Bardem y Penélope Cruz. Es una versión española de Vidas privadas, (comedia de los años 30 basada en una obra de Noel Coward): una pareja que no puede vivir ni separados ni juntos, cuyo amor siempre estallará en ardiente combate. Sus escenas forman parte de las más divertidas que Woody Allen ha incluido nunca en sus películas, y no se debe uno perder la culminación de este amor/odio". Por su parte, Todd McCarthy califica en Variety la película como "un divertimiento sexy y gracioso que pasa tan agradablemente como una tarde ociosa de verano en esta ciudad española". Añade el crítico que "con Javier Barden como protagonista en el papel de un artista bohemio que se implica de forma diversa con Scarlett Johansson, Penélope Cruz y Rebecca Hall, la cinta ofrece potentes elementos de fantasía romántica para hombres y mujeres, y un reparto que debería producir los mejores rendimientos comerciales para una película de Allen desde Match Point. Ahondando en el negocio, si Barcelona quiere aún más visitantes de los que ya atrae, esta película se los suministrará". Lástima que a la première, bajo la lluvia, del sábado noche, no acudieran ni Javier Bardem, empeñado en tener su cacareado año sabático, ni Scarlett Johansson, que acaba de lanzar su primer disco como cantante. Para "Pe" fue en consecuencia la mayor parte del protagonismo de la velada, y supo estar a la altura con un espléndido vestido de noche blanco. Un poco de "glamour" ciertamente hacía falta tras las dos oscuras cintas en competencia del día. Walter Salles ha codirigido con la también brasileira Daniela Thomas Linha de passe, un regreso a la realidad de su país del creador de Estación Central después de sus incursiones en Suramérica, Europa o Hollywood. Esta aproximación a la juventud del Sao Paulo depauperado a través de la historia de cuatro hermanos con padres diferentes y una madre embarazada del quinto, rodada con actores no profesionales y parquedad de medios, no logra igualar el impacto de otras cintas de temática similar, tal vez porque sus directores han preferido ser sobrios a efectistas. Otros dirían que al film le falta una mayor emotividad... Aún más negra y más documental es 24 City, de Jia Zhangke, que ha servido para recordar a esta feria de vanidades que es el certamen de la Costa Azul cómo en otras partes del mundo, simultáneamente, las colas no son para entrar en un cine sino para recibir ayuda humanitaria. En efecto, la cinta china fue rodada en Chengdu, ciudad de la misma provincia de Sichuan donde se produjo recientemente un sísmo que ha dejado decenas de miles de muertos. Zhangke, al presentar su película, pidió un minuto de silencio, junto a sus actrices Joan Chen y Zhao Tao, que fue secundado por el público. En pantalla, el realizador vuelve a preocuparse por una clase obrera que ha pasado de ser la teórica dueña del poder en la China de Mao a mano de obra barata en un mundo capitalista con careta socialista. 24 City es el nombre de un complejo de apartamentos de lujo que va a sustituir a lo que antaño fue la fábrica 420 y las residencias de sus trabajadores. Esta mutación es contemplada por ocho personajes de diferentes generaciones, con mentalidades nostálgicas en los mayores y ansias de éxito y supervivencia entre los jóvenes.