Con Le silence de Lorna, presentado esta mañana en concurso en el Festival de Cannes, los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne sumergieron a la prensa internacional en el corazón del despiadado universo de la inmigración clandestina. A través del conmovedor retrato de una mujer que intenta integrarse en Europa al mismo tiempo que trata de desbaratar un engranaje criminal, los cineastas belgas (galardonados con dos Palmas de Oro) prosiguen su exploración de los destinos invisibles y precarios. Un microcosmos que hace eco a uno de los más graves problemas sociales sobre la cual los realizadores evitan pronunciar un juicio moral, prefiriendo concentrarse sobre el aspecto humano y sus misterios. Basando su historia por primera vez en torno a una joven (y no a un post-adolescente como Rosetta o la madre de L' enfant), interpretada por Arta Dobroshi (en la foto), los hermanos Dardenne describen los percances de Lorna, una albanesa que se casa aunque sin consumarlo con Claudy, un drogadicto belga (Jérémie Rénier) en vías de abandonar la droga. Pero el plan de Fabio (Fabrizio Rongione), representante local de la red mafiosa que ha introducido a Lorna y a su novio (Alban Ukaj) en Europa Occidental, es muy diferente: “administrarle una sobredosis”. Otro matrimonio de conveniencia con un ruso espera a Lorna y con él sus nuevos documentos belgas. Una operación que le hará ganar 10.000 euros y le permitirá abrir un quiosco. Pero un extraño afecto y la culpabilidad se insinúan en el espíritu de la joven solitaria que va a intentar salvar una vida en un contexto donde obstaculizar los planes se revela arriesgado. Una dura realidad narrada por los cineastas de manera astuta para mantener el suspense. Le Silence de Lorna, producido por la compañía belga Les Films du Fleuve (51%), la francesa Archipel 35 (39%) y la italiana Lucky Red (10%), ha gozado de un presupuesto de 3,99 millones de euros, que incluyen coproducciones de la RTBF y Arte France Cinéma, un adelanto sobre ingresos en taquilla del Centro Nacional de la Cinematografía (CNC), el apoyo de la Comunidad francesa de Bélgica, de Eurimages (360.000 euros) y de Wallimage. Las ventas internacionales están a cargo de la francesa Celluloid Dreams.