SINOPSIS
A pesar de sus apuros económicos, Ian y su hermano menor Terry adquieren un velero de segunda mano llamado "Cassandra's Dream", con la idea de acondicionarlo y navegar en él los fines de semana. Ian conoce a la atractiva Angela, una joven actriz que acaba de llegar a Londres en busca de un futuro de éxito en el mundo de la interpretación. Por otro lado, la debilidad de Terry por el juego provocará que ambos confluyan en un callejón sin salida en el que su situación financiera será extremadamente delicada. La aparición de su tío Howard, recién llegado de Estados Unidos y con un pasado aparentemente repleto de éxitos económicos, supone un alivio para la economía de los hermanos. Pero todo tiene un precio. Howard les obligará a infringir la ley, poniendo a prueba su catadura moral, y provocando una serie de acontecimientos que darán lugar a consecuencias inesperadas
REFERENCIA

Después de Match Point (2005) y Scoop (2006), Sueños y delitos (Cassandra’s Dream, 2007), es la tercera película que, consecutivamente, el neoyorquino Woody Allen rueda en Londres. Mientras partía a España para filmar su exitosa Vicky Cristina Barcelona (2008) –que le reporto a la española Penélope Cruz el Oscar a la Mejor actriz de reparto-, el lanzamiento de Sueños y delitos se realizó justo después de haberse cancelado un proyecto (por su elevado presupuesto) de un film que debía haberse rodado en París.

Posterior a una presentación no oficial en la ciudad de Oviedo (España), en junio de 2007, Sueños y delitos fue exhibida, fuera de competición, en la Mostra de Venecia de ese año.

Si es cierto que la acción de la película se sitúa en Londres, son otras las referencias culturales europeas las que parecen haber inspirado al realizador: “La idea de esta película es muy antigua, pero no tengo ninguna referencia específica. Veo, no obstante, de alguna manera una conexión con la tragedia griega, aunque esto es sólo una impresión general", dice Woody Allen, quien añade:"Cualquiera que haya leído las novelas rusas puede apreciar esta influencia, de la cual es imposible escapar”.

Admirado por sus brillantes comedias, con Sueños y delitos Woody Allen vuelve a su veta más sombría, explorada con no menos brillantez en títulos como Interiores (Interiors, 1978), Septiembre (September, 1987), La otra mujer (Another Woman, 1988), la extraordinaria Crímenes y pecados (Crimes and Misdemeanors, 1989), Sombras y nieblas (Shadows and Fog, 1991) y, por supuesto, Match Point. En la conferencia de prensa de Venecia el autor confesó: “Debuté escribiendo comedias porque pensé que tenía más aptitudes para hacerlas, pero siempre he querido escribir tragedias pues mi visión del ser humano es más bien pesimista”.

Un gran músico
Las bandas de los film de Allen están compuestas de fragmentos de jazz (clarinestista él mismo, sabida es la pasión del cineasta por este estilo), pero esta vez ha apelado a un gran autor de la música contemporánea, Philip Glass, quien no sólo es conocido por su colaboración con artistas como David Bowie o Doris Lessing, sino también por la música de films como Mishima, Kundun o The Hours. “La tonalidad de su música me parece que corresponde perfectamente con el tema trágico de este film”, justifica el realizador.

Dirigiendo desde la costa
Si bien algunas escenas se desarrollan sobre un barco (el “Cassandra’s Dream”, que da título al film), Woody Allen ha confesado que jamás subió a dicha embarcación, dirigiendo estas secuencias desde la costa con la ayuda de un monitor de video.

Por su parte, tanto el irlandés Colin Farrell como el escocés Ewan McGregor tuvieron que trabajar el acento británico particular que exigían sus respectivos roles con un mismo entrenador.