SINOPSIS
George Simmons es un famoso cómico que descubre que tiene una enfermedad terminal, y decide apoyar, a regañadientes, a un colega de profesión que está empezando en este mundillo.
REFERENCIA

El nombre de Judd Apatow (Syosset, Nueva York, 1967) está ligado intrínsecamente a la comedia americana contemporánea, no tanto como director (tan sólo lleva tres largometrajes) sino más bien como guionista y como productor tanto en cine como en televisión.

Apatow aspiraba a convertirse en un cómico profesional desde que era un niño. Cuando aún estaba en el instituto creó un programa de radio y empezó a entrevistar a personalidades de la comedia que admiraba, como Steve Allen, Howard Stern, y John Candy. Algunas de sus entrevistas también incluían a los, por entonces, desconocidos Jay Leno, Jerry Seinfeld, y Garry Shandling. Inspirado, empezó a hacer sus propias interpretaciones con el micrófono al final de su último año.

Siguiendo a una aparición en el especial Jóvenes Cómicos de HBO, Apatow poco a poco dejó de actuar en favor de la escritura. Escribió para los premios Grammy, además de especiales del cable para Roseanne y Jim Carrey, antes de seguir creando y siendo productor ejecutivo de “The Ben Stiller Show”, que no obsante ser aclamado por la crítica fue cancelado después de sólo 12 episodios. Al poco tiempo de conseguir un Emmy por este programa, Apatow se unió a “The Larry Sanders Show” en 1993 como escritor y productor consultor, y más adelante sería productor ejecutivo de la última temporada del espectáculo.

Otras series en las que estuvo involucrado tanto escritor como productor fueron "Freaks and Geeks"” (1999-2000) y “Undeclared” (2001-2003). Apatow hizo su debut como director de cine en el éxito del verano de 2005, Virgen a los 40 (The 40 Year Old Virgen), protagonizada por Steve Carell. Continuó con la comedia de éxito de taquilla, Ligeramnte embarazada (Knocked Up, 2007), protagonizada por Katherine Heigl, Seth Rogen, Leslie Mann y Paul Rudd, también escrita y producida por él mismo.

Apatow ha estado como productor detrás de los éxitos de Ricky Bobby, loco por la velocidad (Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby, 2006), de Adam McKay; Super Cool (Superbad, 2007), de Greg Mottola, o Cómo sobrevivir a mi ex (Forgetting Sarah Marshall, 2008), de Nicholas Stoller.

Judd Apatow siempre se ha sentido fascinado por las personas que se ganan el pan haciendo reír a los demás. Un verano, cuando todavía era un adolescente, asistió a las actuaciones de su madre Tami Shad en un club de comedia de Southampton, Long Island, lo que avivó su obsesión. En su programa de radio les preguntaba a los cómicos que admiraba, qué hacían, cómo inventaban chistes y otros secretos de la profesión. Después del tremendo éxito de Virgen a los 40 y Ligeramente embarazada, Apatow decidió que su tercera película hablaría de los habitantes del mundo de la comedia. Le interesaba explorar qué empujaba a alguien a ser cómico en directo y a saltar a pies juntillas “al terror de abrirse ante todos”. ¿El deseo de complacer al público? ¿O puro egocentrismo mezclado con la imposibilidad de conectar con los demás a menos que sea desde un escenario?

“La comedia es mi trabajo y a menudo me pregunto por qué lo hago, qué me empuja a hacerlo, qué me ha llevado hasta aquí”, reconoce el cineasta. Cuando empezó a escribir el guión de Siempre hay tiempo para reír (Funny People, 2009), se acordó de algo que le había pasado en su casa de California en 1994. “Durante el terremoto de Northridge, la chimenea de la casa rompió el tejado y cayó en mi dormitorio”, explica. “No estaba en casa porque la estaban pintando. Durante tres días aprecié la vida, pero sólo durante tres días. La película se basa en esa idea: Si sobrevives a un accidente, ¿aprendes algo que seguirás usando el resto de tu vida?” Pero otras razones le empujaron a escribir el guión: “En los pasados años ha habido personas muy enfermas en mi vida. He visto cómo luchaban por sobrevivir”, explica. “También me hablaron de lo que pensaban de su vida antes de caer enfermos”. Le gustó el hecho de que no todo el mundo se quedaba satisfecho consigo mismo. “Cuando su salud mejoraba, me preguntaba si serían capaces de comprender la oportunidad que les brindaba la vida o si volverían a lo de siempre una semana después”, reflexiona Judd Apatow.

Imaginó a dos personajes principales para la comedia: George Simmons, una superestrella de la comedia que padece una extraña forma de leucemia y se ve obligado a cambiar de vida, e Ira Wright, un joven cómico en alza que idolatra a George y al que éste aconseja de mala gana.

A la hora de desarrollar el proyecto, el cineasta volvió a trabajar con un colaborador habitual, el productor Clayton Townsend, y con otro viejo amigo, el también productor Barry Mendel.

El director, hablando de la importancia que el proyecto tenía para él, dice: “Mi vida siempre se ha centrado en la familia, la comedia, la amistad y las relaciones con cómicos. He metido todo eso en la película, y le he añadido el tema de la vida y la muerte, cómo decide uno vivir cuando se está muriendo y qué hace cuando se pone mejor”.