SINOPSIS
Nina y Lizzy se conocen en el hospital psiquiátrico donde ambas están ingresadas. Nina, atormentada por la culpa, sufre una depresión desde la trágica muerte de su padre. En cuanto a Lizzy, una chica algo desequilibrada, permanece en el sanatorio tras su último intento de suicidio. Un sábado por la noche Lizzy convence a Nina para escapar de la clínica y salir a quemar la ciudad. Juntas se sienten fuertes y eufóricas, sin suerte y sin dinero pero con un montón de sueños; hasta que un hombre irrumpe en su camino e impone un cambio de planes...
REFERENCIA

Después de sus estudios de comercio, Patrick Grandperret (Saint-Maur-des-Fossés, 1946), fanático de los deportes motorizados, realiza la cobertura fotográfica de varios de estos premios para algunas agencias. En los primeros años 70, la lectura de la novela “Bajo el volcán” de Malcolm Lowry, plantea en el joven el deseo de llevarla a la pantalla -a pesar de que la misma fue filmada por John Huston en 1984. Grandperret se inicia en el 7º Arte como fotógrafo, para luego convertirse en asistente de dirección, especialmente con Maurice Pialat en Passe ton bac d’abord (1979) y Loulou (1980).

En 1981 dirigió su primer largometraje, Courts-Circuits, donde expone su antigua pasión por las carreras de motos. Cineasta al margen de la gran producción, Patrick Grandperret se gana la vida mediante la producción de decenas de anuncios publicitarios. Para su segundo opus, Mona et Moi, se introduce en el París de los “punketos”, las drogas y el rock'n'roll, inspirándose en la turbulenta vida de su amigo Simon Reggiani: "Mi actitud me hizo pensar en Jean Rouch, cuando filma a las personas en África. Pero, por el contrario, hubo alguien que vivió cosas insensatas a mi lado ", declaraba el director a Cahiers du Cinéma, a propósito de esta película de culto, que recibió el Premio Jean Vigo en 1990.

Patrick Grandperret va a Africa en ocasión de rodar allí el film que lo descubre al gran público, L'Enfant lion, un cuento que atrae a jóvenes y adultos en 1993. El continente negro vuelve a encontrarse en sus dos películas siguientes, ambos protagonizados por Jacques Dutronc: Le maitre des éléphants (1995), estudio de una relación padre-hijo, y Les victimes (1996), thriller que apenas convence a la crítica y a los espectadores. Actor y productor ocasional para sus amigos cineastas Claire Denis o Stevenin, Grandperret continúa realizando telefilmes y cortometrajes, hasta que la viuda de Maurice Pialat, convertida en productora, le propone retomar un proyecto abortado por el autor de Van Gogh: Asesinas (Meurtirères, 2006), o el viaje trágico de dos adolescentes en libertad. Inspirada en hechos reales, la película fue presentada en Cannes en Un Certain Regard en 2006.

A mediados de los años 70, la compañera de Maurice Pialat, Arlette Langmann, escribió una autobiografía, «Les Filles du Faubourg», el retrato de un grupo de chicas jóvenes en los años 60. El proyecto recibió un anticipo de ganancias, pero el guión no fue terminado y el financiamiento completo no se dio, por lo que el cineasta decidió empezar a trabajar en otra película (con el dinero recibido para "Les Filles du Faubourg"...), Asesinas, inspirada en un hecho real ocurrido en la época: el asesinato de un conductor por dos jóvenes autoestopistas. A continuación, Pialat se embarca en una larga búsqueda, se fue a la escena del crimen, y eligió a dos actrices. El rodaje comienza en 1976, pero debido a muchos problemas técnicos, financieros y de reparto, se interrumpe al cabo de poco días. Pialat realiza entonces las ya citadas Passe ton bac d’abord y Loulou, con la esperanza de reanudar el rodaje de Asesinas. En los años 80, él hace ensayar a una joven desconocida, para ese entonces, de nombre Sandrine Bannaire, a la que quiere confiar el papel de alguna de las dos delincuentes. Pero esta película no verá luz y el cineasta ofrece a la prometedora actriz trabajar en "Les Filles du Faubourg". Pero el proyecto evolucionará a los largo de los años y se convertirá en A nos amours (1983), que le dará a Pialat el César a la mejor película, y a Bonnaire, como la mejor revelación femenina. Después de Le Garcu (que será su última película, 1995), el director intentará por enésima vez, retomar el proyecto de Asesinas, pero la enfermedad le impidió llevarlo a cabo. Pialat murió en 2003.

A la muerte de su marido, Sylvie Pialat, quien fue guionista de Police, Sous le soleil de Satan y Le Gacu, se lanza a la producción creando la sociedad Les Films du Worso, nombrado así en honor de un pueblo nómado de Chad, los Woodabés. Estos son de hecho el centro del primer film financiado por ella, el documental Un voyage chez les Woodabés (2004). Asesinas es el primer largometraje producido por Les Films du Worso, seguido por La Faute à Fidel, de Julie Gavras.

Como ya se ha señalado, Patrick Grandperret conocía muy bien a Maurice Pialat, por haber sido su ayudante, pero él "No concía a Sylvie [Pialat], cuando trabajé con Maurice (...) no nos encontramos sino en los últimos momentos de la vida de Maurice », revela la director. "Después de la desaparición de Maurice, nos conocimos y me habló de sus proyectos en curso cuya ejecución estaba atrasada. Recordé el guión de Asesinas esbozado por Maurice en veinte páginas", explica por su parte la productora. "Lo que me interesaba sobre todo era que Patrick rodara la película [el director no había hecho nada desde Les Victimes en 1996]. Hacía falta en el cine francés... en todo caso, me hacía falta a mi en tanto como cinéfila… Finalmente, para mí fue como encontrarme tardíamente a un miembro de mi familia que no había conocido nunca…"

Patrick Grandperret recuerda los cambios que realizó al guión de Maurice Pialat: "Maurice había desarrollado una continuidad de unas quince páginas de las que hemos retomado una parte de la estructura con Frédérique Moreau. Sylvie nos ha confiado un dossier en el que figuraban los interrogatorios policiales. Supimos así la forma en que las protagonistas habían adquirido los cuchillos sin premeditación y cómo ocurrió el delito. La película se basa en la realidad de los hechos, aunque hemos optado por algunos cambios. Por ejemplo, en el crimen real, una de las chicas era una joven arabe en conflicto con su padre, que la había rapado porque salía con chicos, por lo tanto ella portaba una peluca al momento del crimen. Decidimos trasponer este personaje pues este conflicto en una familia musulmana hubiese sido irrelevante. Queríamos simplemente a dos chicas jóvenes normales, sólo un poco frágiles".