DIRECTOR

Philippe Aractigni.

Cuando en julio de 2006, Philippe Aractingi se ve obligado a abandonar el Líbano por tercera vez, toma conciencia de que como él sus ancestros, a lo largo de cinco generaciones, se han visto obligados a recorrer el mismo camino huyendo de guerras y masacres. En busca de sus raíces, Aractingi revisita la caída del Imperio Otomano, la creación de Israel y la guerra civil libanesa. Con una propuesta radical, el cineasta experimenta entrelazando secuencias específicamente filmadas para el proyecto y un gran número de materiales de archivo que mezclan video-diarios personales, fotografías de familia y metraje en Super 8.

Luego de que los argumentos de sus dos anteriores largometrajes de ficción estaban enmarcados en la guerra del Líbano (Bosta, 2005 y Bajo las bombas, 2007), para su tercera película, el realizador libanés Philippe Aractingi apostó por otro tipo de escritura: la autobiografía. Herencia (Mirath, 2013) narra el exilio de su familia a través de cuatro generaciones y cien años de historia. Al igual que en la tradición circense, cada miembro de la familia, desde los más pequeños hasta los mayores, encarna el papel de un antepasado, además de intepretarse a sí mismos. Sin mucho esfuerzo, la película se mueve entre las imágenes de archivo, escenas reconstruidas y videos caseros, a la vez que trata temas a menudo difíciles como el de  memoria y su transferencia, todo insinuado con una sonrisa.

La idea de Herencia nació en 2006 cuando tuvo que emigrar con su familia a Francia a bordo de un navío militar francés a causa de la guerra entre Israel y Hizbulá, que en 34 días dejó 1.500 muertos, 5.000 heridos y cuantiosos daños materiales.

Esa experiencia, cuenta, le hizo sentir la necesidad de compartir las razones de ese exilio forzado con sus hijos. "Toda mi vida hice documentales sobre los otros, ya que sus historias me apasionaban, hasta que comprendí que vivía algo diferente y que había llegado el momento de mirar hacia el interior debido a la herida que tengo y que forma parte de mi identidad", sostiene Aractingi.

El film, que califica de "novela autobiográfica en imágenes", aborda la cuestión de cómo, desde la época otomana, numerosos habitantes de esta región del mundo han estado obligados al exilio debido a la situación de conflicto.

El argumento del film se inicia en el momento en el que los abuelos de Aractingi fueron obligados a abandonar Turquía al término de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), ya que su abuela, de origen francés, había cantado junto a su familia el himno nacional de Francia, "La Marsellesa". Instalados en Siria, su padre, que en su niñez estuvo internado y juró que nunca uno de sus hijos pasaría por esa experiencia, decidió trasladarse al Líbano, donde se gozaba de libertad. Sin embargo, la Guerra Civil libanesa (1975-1990) le llevó a dejar el Líbano en varias ocasiones, lo que volvió a hacer en 2006.

"Todos los libaneses tenemos una herida común, que es la emigración, el exilio. Cuando hablo de mí mismo, también hablo de los otros; es decir, comparto algo de modo sincero y franco. Por eso decidí mostrarme al desnudo, pero no de modo impúdico, y decir las cosas tal como son", sostiene el cineasta.

Aractingi afirma que "la herida está ahí", a pesar de haber realizado esta película durante cuatro años y ser consciente de que las personas son "portadoras de un bagaje" o herencia.

(Fuente: www.teinteresa.es)

Premios: 

• Festival de Dubai: Selección a concurso, Muhr Arab Award
• Granada Film Festival Cines del Sur: Premio Mejor película árabe