PADRE E HIJOS Título Original: Père et fils
Año: 2003
País: Francia-Canadá
Duración: 98 min /
PADRE E HIJOS
DIRECTOR
Michel Boujenah
SINOPSIS
Leo siempre pensó que había educado a sus hijos con los valores familiares por lo que siente que sus esfuerzos han sido pobremente recompensados: David es jefe de la empresa, pero rehuye a su familia alegando que trabaja mucho; Max, que ha estado ausente desde que se retiró, tiene mucho tiempo libre, pero lo dedica a su mujer y a su depresión; en cuanto a Simon, es un adolescente en un cuerpo de adulto que, antes de que empezara esta historia, vivía en otro planeta. Leo ya no sabe qué hacer para reconciliar a David y Max. Entonces interviene el destino y le da un pequeño empujón: un día sufre un desmayo. ¡Pero estar enfermo tiene algunas ventajas! Por lo que Leo se inventa una operación para sí mismo. Nada demasiado serio, pero suficientemente peligroso... con un cincuenta por ciento de posibilidades de sobrevivir.
REFERENCIA
Nacido en Túnez (1952) Michel Boujenah se inicia como actor en 1972. Con Paul Allio y Corinne Atlas, funda un grupo de teatro llamado La Grande Cuillère. Rechazado en las escuelas de teatro por su acento, realiza la puesta en escena de sus propios textos en diversos café-teatros, hasta que debuta en el cine en 1979 con Mais qu'est-ce que j'ai fait au Bon Dieu pour avoir une femme qui boit dans les cafés avec les hommes?, de Jan Saint-Hamont. Después de varios roles secundarios alcanzará fama con el éxito de Tres hombres y un biberón (Trois hommes et un couffin, 1985), de Coline Serreau, por la cual obtendrá el César al Mejor actor secundario. Un éxito, sin embargo, efímero pues no obtendrá relevancia con Lévy et Goliath de Gérard Oury, de 1986, y ni siquiera lo recuperará aún con el éxito popular, en 1991, de La totale de Claude Zidi.

Se metamorfosea en hombre obeso para Le Nombril du monde (Ariel Zeitoun, 1992), que le permite no sólo romper con su imagen falsamente ingenua y simpática, sino también conseguir una nominación al César al Mejor actor. Posteriormente, le dará la réplica a Jean-Paul Belmondo en Les misérables de Claude Lelouch (1995), será el personaje Sganarelle en Don Juan (Jacques Weber, 1998); paralelamente realizará sus intepretaciones cómicas bajo la dirección de Ariel Zeitoun en XXL y Une femme très, très, très amoureuse de 1997.

Después de reencontrarse en 2003 con Coline Serreau y sus dos complices, Roland Giraud y André Dussollier, para 18 ans après, secuela de Tres hombres y un biberón, Michel Boujenah rueda su primer largometraje como realizador, Padre e hijos (Père et fils, 2003) que reúne a Charles Berling, Pascal Elbé, Bruno Putzulu y Philippe Noiret.

Para Michel Boujenah, todo empezó a fines de los años ’90, durante un fin de semana familiar en Saint-Paul-de-Vence con sus tres hermanos y su padre. Una reunión que coincidió con el hecho fortuito de que dos jóvenes escritores provenientes de la televisión, Edmond Bensimon y Pascal Elbé, le enviaran un tratamiento de seis páginas para un futuro, eventual guión.

La historia de tres hijos quienes, ante la certeza de que su padre sufre una grave enfermedad, deciden darle el gusto de cumplir el sueño de su vida de hacer un viaje todos juntos a los Estados Unidos, no sólo lo asombró por la coincidencia de haberle llegado en esa oportunidad, sino que lo incitó a seguir la trama buscándole una vuelta de tuerca.

"Todos tenemos algo que contar sobre las reuniones familiares fallidas”, explica Boujenah para justificar su decisión inmediata de trabajar con el texto de Elbé-Bensimon. De ser un simple asesor, el actor devenido en cineasta se involucró profundamente en el proyecto desde su mismo inicio, participando de una manera cada vez más activa en todas las etapas de la escritura del guión, llegando incluso a esbozar la posibilidad de interpretar uno de los papeles principales, hasta entrever finalmente la idea de dirigir él mismo la película, cosa que finalmente hizo.

“Estoy absolutamente contento de estar detrás y no delante de las cámaras”, dice Boujenah, asumiendo con toda la resolución de la que es capaz el desafío de orquestar a un “cuarteto de talentos difíciles de armonizar”, algo que define como mucho más difícil y riesgoso que ser uno de sus miembros. “Además”, agrega,”si hubiera actuado, nunca hubiera sido un film mío.

Por otra parte, lo más importante, lo más loco, lo más increíble, es que esta vez, por primera vez, me veo, aunque no me ven actuando. Porque, cuando actúo en un music-hall, por ejemplo, no me veo nunca. Es como haber recuperado la vista”.

El director aclara que el film nació con la idea clara de mezclar géneros. «Nunca podría hacer un largometraje triste. Me gusta demasiado reírme, pero también me gusta llorar. El secreto está en el equilibrio», explica Boujenah, quien confiesa que después del rodaje sintió la necesidad de pasar unos días con su padre y sus hermanos, haciendo buena aquella frase de Concepción Arenal: «El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro».
FUNCIONES:
GALERíA DE FOTOS: PADRE E HIJOS
FICHA TÉCNICA:
Guion: Michel Boujenah, Pascal Elbe y Edmon Bensimon
Producción: Sidonie Dumas, Ariel Zeitoun, Frédéric Bourboulon, Roger Frappier y Luc Vandal
Fotografía: Patrick Blossier
Montaje: Jennifer Augé
Música: Michel Cusson
Director de Arte: Mario Hervieux
Intérpretes: Philippe Noiret, Charles Berling, Bruno Putzulu, Pascal Elbé, Marie Tifo, Geneviève Brouillete, Pierre Lebeau, Jacques Boudet, Mathieu Boujenah, Céline Thiou, Eva Saint-Paul
Distribución: Cines Unidos
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