DIRECTOR

Farid Bentoumi

Recién contratada como enfermera en una fábrica de químicos, Nour descubre los apaños entre la dirección y su padre, Slimane, el representante del personal. Mentiras sobre descargas de contaminantes, enfermedades de empleados, accidentes tapados... Poco a poco, Nour va renunciando a aceptar los compromisos de su padre para preservar la imagen de la empresa.

Después de trabajar como actor, el director, guionista y actor franco-argelino, Farid Bentoumi (1976) se dedicó a los documentales y luego a la ficción. En 2015 escribió y dirigió Good Luck Algeria, inspirada en la participación de su hermano Noureddine Maurice Bentoumi en los Juegos Olímpicos de Turín 2006 y, en general, en su historia familiar. En 2020 se estrena en los cines Red Soil (Rouge), su segundo largometraje como director, que obtuvo la etiqueta del Festival de Cannes y trata un tema ecológico.

“Inicialmente había imaginado una historia similar entre los recolectores de basura, un entorno que nunca se trata en el cine”, confiesa el Bentoumi. “Pero el mundo profesional de la gestión de residuos ahora está altamente monitoreado y controlado, no hay más casos de contaminación, no hay más noticias actuales. Mientras investigaba estos problemas de residuos, me encontré con la historia de la planta de Gardanne que vierte sus residuos tóxicos en el Mediterráneo. Desde hace varios años, el gobierno y la prefectura han pedido que se deje de contaminar el mar, pero esta fábrica también significa 500 puestos de trabajo, que no es nada en un lugar como Gardanne ya marcado por el paro. Cuando vi las fotos de esta fábrica y su barro rojo me pareció muy llamativa en términos cinematográficos. Transpuse mi historia a este tipo de fábrica que también existe en otras partes del mundo. Luego me documenté mucho en otras historias de fábricas contaminantes, otros destinos de los denunciantes. Red Soil no es un documental, es una ficción, libremente inspirada en diferentes hechos reales”. (https://medias.unifrance.org)  

El color rojo

Farid Bentoumi solo quería hacer esta película junto al mar o en la montaña; en otras palabras, un lugar natural fuerte que está "manchado" por la contaminación. Explica: "Para el rodaje, ensuciamos una fábrica con arcilla ocre. El rojo es la suciedad pero también la sangre, la herida, y luego el color político del compromiso sindical. El color rojo está presente sólo en las paredes de la fábrica, el lago de desechos tóxicos y el vestido de Nour. En otros lugares, nada es rojo, lo que hace que este color se destaque mucho mejor cuando está presente". 

Originalmente eran un padre y su hijo

Inicialmente, se trataba de un padre y su hijo en el centro de la historia. Farid Bentoumi prefirió reescribir el papel para una chica e inmediatamente pensó en Zita Hanrot para interpretarla. “En la fábrica no se la trata como una mujer sino como una empleada entre las demás. Ella toma su lugar en el colectivo de la fábrica. Era bueno no sobrefeminizar el rol, no caer en una cosa sexista. No destaco la arabidad de Slimane y Nour, no destaco la feminidad de Nour. Zita es bastante talentosa para hacerse cargo ella misma de la feminidad. Es magnífica: toma la palabra, lleva su compromiso permaneciendo sensible, es a la vez frágil y decidida. Se rebela contra su padre como hija, como mujer, pero sobre todo simplemente como ser humano". (www.allocine.fr)  

Premios

• Festival de Cannes: Selección oficial
• Festival de El Cairo: Selección oficial