Dos amigos que no pueden ser más distintos entre sí, Bobby, heterosexual, y Jonathan, gay, se embarcan en un viaje lleno de pruebas, triunfos, amores y pérdidas. Un viaje que se inicia en Cleveland en los años 60 y que les sitúa en Nueva York en los 80, donde encuentran a una mujer, Clare. Este inusual triángulo que han creado, ¿les permitirá mantener su amistad?

Experimentado director teatral, Michael Mayer (Washington, 1960), ha ganado un Tony por su montaje de una obra de Arthur Miller. Eligió la adaptación de la obra de Michael Cunninham (autor de Las horas) para realizar su debut cinematográfico con Una casa en el fin del mundo (A Home at the End of the World, 2004).

Aunque no es autobiográfico, el film responde a una visión de Cunninham, que como Mayer, era en los años 70 un joven lleno de ideales, enamorado de la vida y convencido de que un mundo mejor era posible. Es precisamente el sueño del protagonista del film, Bobby, cándido y enamoradizo joven de provincia encarnado por Colin Farell.

El film estuvo presente en el Festival de Venecia.