DIRECTOR

Darren Aronofsky

Hank Thompson era un fenómeno del béisbol en el instituto que ya no puede seguir jugando, pero todo lo demás le va bien. Tiene una novia estupenda, es camarero en un antro en Nueva York y su equipo favorito está sorprendentemente luchando por el campeonato. Cuando su vecino punki Russ le pide que cuide de su gato durante unos días, Hank se encuentra atrapado en medio de un variopinto grupo de gángsters amenazantes. 

El cine de Darren Aronofsky se ha caracterizado por sus dramas intensos, plagados de peleadores, villanos, personajes atrapados en sus angustiosas realidades, como hemos podido ver en películas como Réquiem por un sueño (Requiem for a Dream, 2000), El luchador (The Wrestler, 2008), El cisne negro (Black Swan, 2010), ¡Madre! (Mother!, 2017) o, más recientemente, La ballena (The Whale, 2022).   

Atrapados robando (Caught Stealing, 2025) es una adaptación de la novela homónima de Charlie Huston, quien también escribió el guion y es la primera entrega de una trilogía centrada en el personaje protagonista Hank Thompson. 

Un proyecto a largo plazo

Aronofsky llevaba casi 18 años trabajando en esta adaptación. La novela de Huston lo fascinó desde su publicación en 2004, pero los derechos se transfirieron antes de que el propio escritor propusiera un guion. Huston ha confesado que Hank Thompson se inspiró en gran medida en su propia vida en Nueva York a finales de los 90. Este largo proceso permitió que el proyecto madurara, y Aronofsky lo vio como una oportunidad para revisitar su propia Nueva York, la que comenzó con su ópera prima Pi (1998).

Un cineasta en busca de ligereza

Tras la intensidad emocional de La ballena, Aronofsky buscaba un proyecto más animado, enérgico y… (casi) divertido. El director considera que Atrapado robando es una mezcla de locura urbana de los 90, humor negro al estilo de Tarantino y los hermanos Coen, y un toque de la MTV de la época. Se inspiró en la película After Hours (1985) de Martin Scorsese para lograr el tono deseado: absurdo, trepidante y lleno de encuentros extraños.

“Los 90 fueron una época extraordinaria, una época emocionante”, confiesa el director. “Era mucho más relajada. Había una sensación de inocencia. La Unión Soviética había desaparecido. El cambio climático no preocupaba al 99% de la gente y el gran escándalo fue la aventura extramatrimonial de Bill Clinton. La gente esperaba con ilusión el nuevo milenio. Iba a vivir como “Los Supersónicos”. Iba a ser ciencia ficción». En definitiva “No todos vivíamos en un estado de terror existencial”.

Ahora con 56 años, Aronofsky piensa que el mundo se volvió tan negro que ha querido hacer algo ligero, o al menos más ligero que su habitual estilo de sus anteriores películas. Es como el héroe cineasta de Los viajes de Sullivan (Sullivan’s Travels, 1941), el clásico de la época de la Depresión de Preston Sturges, que aprende tardíamente el valor del entretenimiento y la evasión.

"Totalmente", dice. “Los viajes de Sullivan son una piedra de toque fundamental para mí. Pero también los thrillers de Hitchcock, After Hours de Scorsese y una película como Búsqueda frenética, con Harrison Ford. Me gustan esas películas que presentan a un héroe común y corriente. El hombre común que se siente perdido”.

(Fuentes: www.theguardian.com / www.allocine.fr)