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EL NACIONAL / Juan Antonio González / Martes 01 de Enero
Petter Naess : Todo lo que hago es profundamente personal
El realizador nórdico, director del filme Elling , que se exhibe dentro del Festival de Cine Noruego de Caracas, no ha vivido la vida del protagonista de su cinta –un hombre maduro temeroso de salir al mundo–, pero afirma que la mayoría de los noruegos tienen “deseos y metas que queremos lograr y, a la vez, miedos, fobias, prejuicios sociales y ansiedades que no nos dejan actuar”. A diferencia de muchos cineastas que toman distancia con respecto a los personajes e historias que muestran y cuentan sus películas, el realizador Petter Naess , nacido en Oslo en 1960, no le teme al hecho de ser personal cada vez que se coloca detrás de una cámara o se monta sobre un escenario para materializar un texto dramatúrgico. Aunque su segundo largometraje – Elling – fue postulado al Oscar 2002 como Mejor Película de Habla no Inglesa, Petter Naess es un desconocido por estas latitudes. Sin embargo, tal vacío –que no se perdonaría ningún cinéfilo que se precie de serlo– puede comenzar a ser llenado a través del Festival de Cine Noruego presentado en las salas Margot Benacerraf del Ateneo de Caracas, Cinemateca Nacional y Celarg 2 y los cines Paseo y Centro Plaza. Cinco títulos integran la muestra: Frida, con el corazón en la mano (1991), ópera prima de Berit Nesheim; ¡Qué viene la cigüeña! (1995), de Eva Isakse; Zero Kelvin (1995), filmada en Groenlandia por Hans Petter Molland; la ya vista Infiel (2000), de la actriz Liv Ullmann; y Elling , la película con la que Petter Naess hace su presentación formal en Venezuela. Elling está basada en el tercer libro que el escritor Ingvar Ambjoernsen ha dedicado al personaje de un adulto sobreprotegido por su madre y que, a la muerte de ésta, muestra un comportamiento errático, agorafóbico, que le impide integrarse con facilidad a la sociedad. El Estado lo envía a una institución psiquiátrica. Al cumplir 40 años, los médicos le dan una nueva oportunidad. Lo echan al mundo en compañía de otro desadaptado, su amigo Kjell. Desde Oslo, ciudad en la que disfruta de un breve receso de sus actividades en Hollywood, Petter Naess comenta que nunca había leído alguno de los libros sobre Elling hasta que surgió la idea de hacer una adaptación para el teatro del texto de Ambjoernsen. “El personaje, y el universo que el autor creó en torno a él, me parecieron atractivos. Especialmente, pensé que el tercer libro era perfecto como historia dramática. El único problema fue tener que sacrificar tantas ideas geniales, ya que el libro es más rico y abundante en detalles. Creo que es una maravillosa historia acerca de las habilidades humanas”, asegura. —¿Cómo se conecta esta historia con su mundo personal y afectivo? ¿Qué le interesó de ella? —Todo lo que hago es profundamente personal, tanto en el cine como en el teatro. No he vivido la vida de Elling, pero he pasado por muchas de las cosas que él y Kjell han vivido. La historia trata sobre cómo superar los temores y las barreras internas. Elling dice: “Es raro... algunos van a esquiar al Polo Sur, y a mí me cuesta caminar dentro de un restaurante”. Creo que la mayoría de los noruegos tenemos deseos y metas que queremos lograr y, a la vez, miedos, fobias, prejuicios sociales, ansiedades, inseguridades, etcétera, que no nos dejan actuar. —Su filme aborda un tema poco frecuente en el cine actual, como es el del miedo a enfrentarse al mundo cuando se es un “hijo de mamá”. Sin embargo, constantemente hay referencias políticas en los diálogos de Elling . ¿Hablamos de una metáfora? —Creo que Elling, al igual que el autor y la mayoría de los noruegos, tienen una relación de amor-odio con el Estado noruego y nuestra socialdemocracia. A veces sentimos que el Estado maneja nuestras vidas, pero si no lo hace, entonces nos quejamos de su irresponsabilidad. Sería muy difícil predecir qué hubiera pasado con Elling y su alter ego sin el apoyo del Estado. Pero lo más importante es que Elling hace amigos sin la ayuda del Estado. —¿En qué proyectos trabaja en la actualidad? ¿Qué hará para la 20th Century Fox? —Estamos montando Mozart and the Whale ( Mozart y la ballena ) y también estoy presentando una obra de teatro en Oslo. Tuve que traerme al editor norteamericano de la película, con todo su equipo, y alojarlo en una de las oficinas del teatro. Con esta apretada agenda me queda poco tiempo para preparar otras cosas, pero todavía tengo otro proyecto con Fox. Además, espero comenzar a filmar la tercera película sobre Elling este otoño. —¿Trabajar en Hollywood no comprometerá su libertad creativa? —Hasta ahora, Hollywood no ha limitado mi libertad creativa. Mozart and the Whale es una película con un presupuesto bastante bajo, si se le compara con otras producciones de Estados Unidos, y es una pieza del llamado cine independiente, sea lo que sea que esto signifique. La diferencia es que las películas estadounidenses son en gran medida mercancías. Muchas personas quieren su parte de la ganancia. Sin embargo, hasta ahora se me ha dado completa libertad artística. Pero creo que la batalla no comenzará hasta que me toque pelear por el montaje definitivo. Creo que va a estar bien, y estoy de humor para dar una buena pelea.