El año 2008 fue el comienzo de un camino lleno de retos para el cine venezolano, representó un logro importante y marcó "un antes y un después" en la manera de concebir el séptimo arte. Sin embargo, algunos de los pronósticos para 2009 no son tan alentadores, pese a las informaciones publicadas por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), las cuales indican que el país espera el estreno de 44 filmes entre largometrajes de ficción y documentales. Ya se anuncian tres estrenos para el primer trimestre, incluyendo producciones independientes, apoyadas por CNAC y financiadas por la Villa del Cine y otras coproducciones. Día naranja, de Alejandra Szeplaki, será la primera. Tiene fecha para el 6 de febrero y cuenta la historia de tres mujeres, quienes se enfrentan a la posibilidad de ser madres, en lugares diferentes de Suramérica. Ezequiel Zamora, de Román Chalbaud, y la coproducción venezolana-española Lo que tiene el otro, se estrenarán el 20 de febrero y el 13 de marzo, respectivamente. A pesar de que ya hay varios títulos en puerta, los comentarios positivos que pudieran escucharse entre los espectadores y cinéfilos son contrastados por quienes trabajan intensamente por saber qué pasará con los presupuestos destinados para las películas que apenas van a iniciar su producción. Carlos Caridad, cineasta zuliano y director de Maracaibo con vista al lago, manifiesta que el panorama está difícil. "No creo que se estrenen 40 películas. Eso suena muy grande si se toma en cuenta que son apenas 20 las que ya están financiadas desde el año 2007. Las producciones que busquen financiamiento a partir de ahora se las van a ver negras". Manifiesta que tanto La Villa del Cine como el CNAC sufrirán un recorte del 14 y el 35 por ciento de los recursos otorgados por el gobierno, "y eso nos afecta a todos". Para él, la solución está en replantearse una nueva forma de hacer cine: "Que sea independiente, que el presupuesto sea mínimo, que se utilice tecnología de punta con cámaras pequeñas y que los actores sean de la nueva generación. Las cintas que se lucieron en 2008 fueron muy buenas, pero a la vez muy costosas (entre 1 millón y dos millones de dólares) y en la mayoría de los casos es difícil recuperar la inversión". Mariana Rondón, directora de Postales de Leningrado y quien funge como productora del filme Grietas: el chico que miente, que también se estrenará este año, expresa que el crecimiento de un buen cine no está en la cantidad de los largometrajes que se proyecten en una temporada, sino en la calidad de la filmación y en la mentalidad de la gente. "Considero que el éxito está en la diversidad a la hora de escoger los argumentos. Eso es lo que hemos venido haciendo y en eso deberíamos seguir apoyándonos para superar la crisis que nos pueda rodear". Muerte en Alto Contraste, de César Bolívar; Un té en La Habana, de Fina Torres; Taita Boves, de Luis Alberto Lamata; La pura mentira, de Carlos Malavé y Muere Callao, de César Oropeza, son otras que se esperan en la gran pantalla. (Fuente: www.entornointeligente.com)