La actriz Natasha Richardson, que a principios de esta semana sufrió un accidente de esquí en Quebec (Canadá), no pudo superar las consecuencias de la conmoción cerebral y ha fallecido en la noche de este miércoles en Nueva York, a donde había sido trasladada, en la compañía de su esposo, el actor Liam Neeson, su madre, la actriz Vanessa Redgrave, y otros miembros de su familia. Tenía 45 años y aunque nunca llegó a alcanzar un estatus estelar si era respetada por el premio Teatral Tony que logró por una versión de "Cabaret" y varios carismáticos personajes en la gran pantalla. Alan Nierob, publicista de su marido, confirmó en un comunicado el fallecimiento de Richardson, sin especificar la causa exacta: "Liam Neeson, sus hijos (Micheal, de 13 años y Daniel, de 12), así como la familia entera, han sufrido trágicamente la pérdida de su amada Natasha. Están profundamente agradecidos por el apoyo, amor y oraciones de todo el mundo, y solicitan el respeto a su privacidad durante este difícil momento", reza la nota. Según las agencias internacionales, la actriz sufrió una caída y un golpe en la cabeza mientras asistía a una clase privada para principiantes en la lujosa estación de esquí canadiense de Mont Tremblant. Aparentemente repuesta en un primer momento, al cabo de una hora empezó a sentirse mal y tuvo que ser ingresada primero en un hospital de Montreal y al cabo de unas horas trasladada a Nueva York, donde en la compañía de sus seres queridos dejó de existir. Al centro médico Lenox Hill de Manhattan habían acudido este miércoles la hermana de Natasha, la también actriz Joely Richardson, así como la madre de ambas, Vanessa Redgrave. Por su parte, Neeson ya la acompañaba desde que fue hospitalizada en Canadá. El actor, que ahora mismo triunfa en las carteleras norteamericanas con Taken (Busqueda implacable), se encontraba en Toronto filmando una película mientras Richardson y sus dos hijos estaban esquiando. La noticia de su muerte conmocionaba tanto a sus compañeros de trabajo como a los críticos que con frecuencia habían elogiado su trabajo, especialmente en Broadway, donde había interpretado personajes tan diferentes como la Sally Bowles de "Cabaret" o la Blanche Dubois de "Un tranvía llamado deseo". Fue precisamente en el barrio neoyorquino de los teatros donde conoció al que sería su esposo, cuando ambos debutaron hace 16 años en la obra de Eugene O'Neill "Anna Christie". Se casaron al año siguiente, el mismo en que trabajaron de nuevo juntos en pero la gran pantalla, en la cinta de Michael Apted Nell, al lado de Jodie Foster. "Tasha", como era conocida por sus íntimos, había nacido en Londres el 11 de mayo de 1963, fruto del matrimonio de la reputada actriz Vanessa Redgrave y el director Tony Richardson. Cuando era aún una niña debió asumir la separación de sus padres, como consecuencia de la relación entre Richardson y la también actriz francesa Jeanne Moreau. Dados los numerosos antecedentes familiares, el destino de Natasha Richardson parecía claro desde su más tierna infancia. Ya estaba debutando en el cine con 4 años en La última carga (The Charge of the Light Brigade, 1968), dirigida por su padre. Más adelante estudió Arte Dramático en la londinense Central School of Speech and Drama, y de ahí pasó a los escenarios teatrales de la capital británica. En cine, la recordaremos por Patty Hearst (1988), Fat Man and Little Boy (1989), The Handmaid's Tale (1990), The Confort of the Strangers (1990), Past Midnight (1991) Widow's Peak (1994) o Sueño de amor (Made in Manhattan, 2002). Sus últimas presencias en la gran pantalla fueron en Diva Adolescente (Wild Child, 2008) y Evening (2007), y alcanzó elogios por su interpretación en Asylum (2005).