La ciudad de Cartagena de Indias, en el Caribe Colombiano, está considerada la capital turística y cultural del país, y ha sido marco de diferentes películas, desde La Misión a la reciente El amor y otros demonios, pasando por Queimada o El amor en los tiempos del cólera. Es una ciudad tranquila y acogedora, y por tanto no simpatiza demasiado con la imagen que de ella pueda desprenderse como consecuencia de la próxima película de acción y narcotráfico protagonizada por Keanu Reeves, que para colmo se llamará Cartagena. Rupert Wyatt (The escapist) realizará a partir de septiembre esta coproducción norteamericano-francesa con un costo de 25 millones de dólares, de la que se empezó a hablar a finales del año pasado, con entonces Clive Owen en el papel protagonista (que ha heredado Reeves), un agente encubierto que combate el narcotráfico en Colombia. Hace pocos días las autoridades políticas y turísticas cartageneras mostraron su animadversión ante el proyecto, por el daño que puede hacer a la imagen de la ciudad en el mundo. La alcaldesa Judith Pinedo aseguró que estaba dispuesta a llegar a los tribunales para impedir que el film lleve ese título: "Cartagena es una ciudad que no merece ser tratada de esa manera, pues de todas las ciudades colombianas, es la que menor incidencia tiene del narcotráfico, y en América hay muchas ciudades que de verdad sufren este flagelo, así que rechazamos que se nos estigmatice de esas manera. Nos ha costado mucho hacer entender al mundo que la ciudad es muy sana, acogedora y segura, y una película como esa echaría por la borda un trabajo de muchos años en el que se ha comprometido el Gobierno Nacional y el local". Según la alcaldesa, ante la posibilidad de que las autoridades nieguen permisos de rodaje, los productores estarían pensando en filmar en otra ciudad, a la que harían pasar por la colombiana, pero ello no evitará medidas legales. Además, insistió en que colaborarían de buen grado con ellos si se cambia el guión y sobre todo el nombre de la película. Por otro lado, representantes del sector turístico apostaron por invitar a Keanu Reeves y al cineasta británico Rupert Wyatt para que comprueben por sí mismos como Cartagena está lejos de ser un lugar de violencia y tráfico de drogas.