A partir del anuncio de la interpelación de Roman Polanski el lunes en el aeropuerto de Zurich, la Asociación suiza de los guionistas y realizadores de cine (ARF/FDS) protestó con vehemencia contra el celo absurdo de la policía suiza. Se esperaba al cineasta franco-polaco en el Zurich Film Festival (24 de septiembre al 4 de octubre), que le atribuyó un Golden Eye por el conjunto de su obra. Polanski, de 76 años, condenado en los Estados Unidos por una relación con una muchacha de 13 años en 1978, continúa siendo considerado como fugitivo por la justicia americana. Nadie en Suiza, donde la noticia de esta detención causa estupor y polémica, comprende las razones de este ensañamiento. “Suiza no sufrió presiones por parte de los americanos”, declaró Eveline Widmer-Schlumpf, Ministra suiza de Justicia, cuyos servicios habían afirmado previamente: “No hay razón para no realizar una orden de detención internacional”. Las posiciones adoptadas por los medios culturales suizos que exigen su liberación, no cesan de aumentar.