@ ZAMORA, TIERRA Y HOMBRES LIBRES (Venezuela, 2009), de Román Chalbaud, "biopic" que relata la vida del héroe venezolano de la Guerra Federal del siglo XIX, Ezequiel Zamora, que motivado por profundos ideales de libertad encabezó una lucha que intentó borrar las desigualdades sociales y repartir equitativamente las tierras al pueblo. Se trata de la quinta producción de la Villa del Cine en el que participaron 165 actores y 5.000 extras, pertenecientes a los lugares donde se rodó: Barinas, Carora, Bejuma y otros pueblos. @ IDENTIDAD SUSTITUTA (Surrogates, USA, 2009), de Jonathan Mostow con Bruce Willis en una adaptación de la novela gráfica de Robert Venditti y Brett Weldele, “Surrogates”, un relato de ciencia ficción sobre un mundo en el que sustitutos robotizados reemplazan a los humanos quienes ya no tienen que aventurarse en el mundo real. Willis y Radha Mitchell (Melinda y Melinda), son los agentes del FBI, Thomas Greer y Jennifer Peters, que acaban de formar equipo para investigar un asesinato. Es el primer asesinato que se produce en su utópica sociedad y desencadena preguntas sobre la ética de la tecnología de los sustitutos y sobre el futuro de la sociedad. @ MENTES EN BLANCO (Unkown, USA, 2006), de Simon Brand, con Jim Caviezel y Greg Kinnear en un thriller en el que cinco hombres se despiertan encerrados en un almacén sin que ninguno de ellos recuerde cómo llegaron allí ni quiénes son. No tardarán en darse cuenta de que han participado en un secuestro, sin saber si son secuestrados o secuestradores. @ TERROR EN LA OSCURIDAD 2 (Boogeyman 2, USA, 2008), de Jeff Betancourt, secuela del film de terror de 2005, Boogeyman, dirigido por Stepehn T. Kay y que fuera producido por Sam Raimi. Esta secuela, lanzada en algunos países para su consumo en video, se centra en una chica que tras padecer una terrible fobia al Boogeyman (Monstruo del Armario) decide ingresar en una clínica mental con la esperanza de que la quiten los miedos. Sin embargo, ella verá lo terrible de su acción cuando descubra que la mejor solución no era enfrentarse a sus propios demonios.