@ INVICTUS (USA, 2009), de Clint Eastwood, que vuelve, tras haber dirigido el año pasado Gran Torino y The Changeling, con este drama biográfico protagonizado por Morgan Freeman y Matt Damon, cuya trama se basa en el libro de John Carlin, "The Human Factor: Nelson Mandela and the Game That Changed the World", y ambientado después de que Nelson Mandela saliera de la cárcel y se convirtiera en presidente de Sudáfrica. Poco después, en 1995, el país celebró el campeonato del mundo de rugby, tras años de ser excluido de las competiciones debido al apartheid. Evento que Mandela (Freeman) impulsó y utilizó, con la ayuda de la estrella de rugby Francois Pienaar (Damon), como vía para acabar con el odio y la desconfianza existente durante décadas entre la población blanca y negra del país. “Me interesa sobre todo, el carácter manipulador, en el buen sentido, del personaje; cómo maniobró para conseguir unir a los blancos y negros en Sudáfrica”, ha asegurado el aclamado Eastwood, un cineasta que no descansa, para beneplácito de sus seguidores, a pesar de sus 79 años. @ THE PRINCESS AND THE FROG (USA, 2009), de Ron Clements y John Musker, film de animación de los estudios Disney que regresan no sólo a a sus musicales animados de realeza y encantamientos sino a la técnica del dibujo a mano, rememorando la estética de clásicos como La Bella y la Bestia (1990). La película supone además la primera ocasión en la historia de la compañía del ratón Mickey en la que la protagonista ha sido caracterizada como una joven afroamericana. Se trata de una adaptación del conocido relato de E.D. Baker “The Frog Princess”, aunque en esta ocasión la trama da un giro distinto: cuando el príncipe convertido en rana convence a la chica para que deshaga el maleficio con un beso, el resultado no es el esperado. El reto de regresar a los tradicionales trazos con lapicero, sustituido en Disney definitivamente por el ordenador tras Home on the Range (2004), fue una carga de motivación extra para los animadores digitales acostumbrados a las nuevas tecnologías y que se habían criado con un cine más artesanal. Al margen del regreso nostálgico al aspecto original de las obras de Walt Disney, la película destaca por su ambientación en la Nueva Orleans de la década de 1920, lo que obligó al equipo de animadores a hacer una exhaustiva investigación sobre cómo era la ciudad entonces y se usaron más de 50.000 fotografías como inspiración. @ THE LOVELY BONES (USA – Inglaterra – Nueva Zelanda, 2009), de Peter Jackson, con Saoirse Ronan, Mark Wahlberg, Rachel Weiz, Stanley Tucci y Susan Sarandon. Cuenta la historia de Susie Salmon (Ronan), una niña de 14 años que ha sido brutalmente violada, asesinada y descuartizada una fría tarde de invierno cuando volvía del colegio. Desde el cielo (su cielo particular, ese que cada uno se crea con sus propias fantasías y deseos) observa a todos aquellos a los que dejó en la Tierra: su familia, deshecha desde el asesinato, sus compañeros y amigos, sus vecinos (entre ellos su asesino)… y cómo van evolucionando sus vidas tras el trágico asesinato."El mundo intermedio está lleno de sueños, porque no deja de ser un viaje al subconsciente, a la necesidad de una niña de afrontar su propio asesinato. Ese lugar no es ninguna localización física, es un viaje por todo aquello que no le deja despedirse del mundo físico", ha asegurado Jackson. "Pero hemos querido ser muy respetuosos con las creencias de cada uno, porque precisamente hablamos de que ese limbo está hecho a medida de cada persona", explica. "La arquitectura del guión era muy complicada. Había que encontrar el equilibrio entre el misterio, el amor y el dolor. Al final, es una película que, por la cantidad y diversidad de emociones que contiene, creo que va a crear una reacción diferente en casi cada espectador". Después de ser aclamado gracias a la adaptación complicadísima de la Trilogía de Tolkien, Jackson reconoce que también sufrió a la hora de llevar a la pantalla el texto de Sebold. "En una adaptación no existe la perfección. Siempre es un proceso de reducción y necesitábamos cinco horas para incluir todo el material del libro. Finalmente, decidimos que todos los personajes a excepción de Susie serían un simple apoyo", confiesa. (Fuente: EFE, tomado de www.google.com). @ A SINGLE MAN (USA, 2008), ópera prima de Tom Ford, quien había sido hasta ahora conocido por su trabajo como modisto de Gucci. Este drama está basado en la novela de Christopher Isherwood, “Un hombre soltero”, novela que resultó muy innovadora en el momento de su publicación (1964) por presentar la vida cotidiana de un homosexual, hasta el punto de considerarse un hito en el movimiento de liberación gay. Ford adquirió los derechos de la novela de Isherwood en 2007 con intención de dirigirla. Asimismo, también es coguionista (junto a David Scearce) y coproductor de la película que tiene por protagonista al actor Colin Firth, ganador de la Copa Volpi a la mejor interpretación masculina en el 66º Festival de Venecia. El argumento se sitúa en Los Ángeles, en 1962, y es la historia de George Falconer, un profesor Británico de Universidad de 52 años (Firth), quien lucha por encontrar un significado para su vida tras la muerte de su compañero sentimental, Jim (Matthew Goode). George vive en el pasado y no puede ver su futuro mientras una serie de eventos y encuentros lo llevan a decidir si en verdad hay un significado para la vida después de Jim. Consolado por su más cercana amiga Charley (Julianne Moore), una preciosa mujer de 48 años quien lucha con sus propias preguntas acerca del futuro, George es también acosado por un joven estudiante, Kenny (Nicholas Hoult), quien cree tener un lazo especial con él. @ THE SLAMMIN’ SALMON (USA, 2009), de Kevin Heffernan, comedia cuyo argumento se desarrolla en el restaurante de pescados de alta categoría, el “Slammin’ Salmon”, propiedad del ex campeón de boxeo Cleon Salmon, (Michael Clarke Duncan). Para poder saldar una portentosa deuda de 20 mil dólares y no quedar en bancarrota engaña a sus empleados con un supuesto concurso: el que recaude esa suma en una sola noche podrá acceder a un grandioso premio. Como es de esperarse todo el personal del restaurante pone manos a la obra y se trenza en una lucha sin tregua entre ellos para poder acabar con la competencia, lo que acarrea situaciones divertidas.