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DIARIO EL UNIVERSAL / Ángel Ricardo Gómez / Martes 01 de Enero
En Venezuela: Dólar pone en aprietos al cine nacional
En Venezuela: Dólar pone en aprietos al cine nacional
La devaluación afecta la producción nacional y la compra de películas
La devaluación anunciada el pasado viernes y el establecimiento del tipo de cambio en 2,60 y 4,30 bolívares por dólar, así como la dificultad que ya tenía el sector para acceder a las divisas, afectan directamente al cine y la cultura venezolana, y, paradójicamente, abonan el terreno a la industria que desde el discurso oficial se fustiga: la holliwoodense. Los filmes del cine independiente estadounidense o de otras latitudes, así como las consideradas películas de arte y ensayo, están cada vez más ausentes de las marquesinas. Películas de este tono incluso oscarizadas como El lector, de Stephen Daldry, nunca llegaron a la pantalla; favoreciendo la proliferación de la piratería. Y, peor aún, dejando al espectador venezolano en la retaguardia cultural con respecto a otros países. Si esto ocurre con el acceso a esas cinematografías; la incidencia sobre el cine nacional es dramática. Los costos de producción se duplican, aún más en la fase final, pues la materia prima es importada y en muchas ocasiones el trabajo de postproducción debe hacerse en el extranjero. Oscurantismo en pantalla Si Venezuela no disfrutó en las salas comerciales -ni lo hará- de El lector, de Stephen Daldry, nominada al Oscar 2009; tampoco consiguió ver Vals con Bashir dirigida por Ari Folman, nominada también a la estatuilla dorada; y probablemente se quede esperando por cintas como La clase (Entre les murs) de Laurent Cantet, ganadora en Cannes 2008. Habrá que ver si con el nuevo tipo de cambio llegarán títulos como: Looking for Eric de Ken Loach, Un prophete de Jacques Audiard, o, para no ir tan lejos, La teta asustada de la peruana Claudia Llosa. Bernardo Rotundo, presidente de Gran Cine, reconoce que el circuito dejó de adquirir cine de arte por la dificultad de acceder al dólar oficial. "Con estas medidas trataremos de acercarnos nuevamente a solicitar divisas para comprar películas", prometió el fin de semana. En efecto, Gran Cine se ha limitado exclusivamente a traer películas de arte pero a través de intercambios culturales con embajadas e institutos para festivales de cine. José Pisano, gerente de Fox para Venezuela, comenta lo que muchos en la industria del cine ya prevén: "Presumo que mucha película pequeña no se exhibirá en Venezuela", luego de la devaluación. Pisano explica que una película independiente suele salir más costosa que una comercial, pues la segunda se vende en paquete para un conjunto de países, lo cual aminora los costos. Igualmente se negocian grupos de películas por regiones, taquilleras y no tanto. Golpe al cine venezolano El cineasta Carlos Caridad Montero considera que no sólo la posproducción se ve afectada con la devaluación y el nuevo tipo de cambio. "En Venezuela el 'catering' (servicio de comidas) es extremadamente caro, puede llevarte 30% del presupuesto. Luego, una película virgen va a costar el doble y todos los insumos para la posproducción son importados". Uno de los directores de Bloques de la Villa del Cine reconoce que en Venezuela se ha optado por trabajar en video digital para luego transferir a formato cine. Pero ese proceso también se maneja en dólares. "Conozco un cineasta que estima que la transferencia a 35 mm pase de BsF 120 mil a 250 mil". Alejandro Bellame, por su parte, da gracias a Dios de haber culminado el rodaje de El rumor de las piedras en diciembre, pues este año estaría pensando en la nueva estructura de costos. "Ahora estoy con la posproducción que realizo en mi propio estudio, pero lo que viene después se va a montar en el doble. Creo que hay que apelar al CNAC (Centro Nacional de Cine), tengo que reunirme con la gente de los laboratorios para ver cómo van a ser sus ajustes". El realizador no cree que la situación planteada en Venezuela favorezca necesariamente al cine de Hollywood. "Si el costo de la entrada va a aumentar y la gente no va al cine, no habrá para Fonprocine (Fondo de Promoción y Financiamiento del Cine). Eso me preocupa más". Carlos Caridad Montero recuerda que Hollywood tiene una fuerte estructura para sus producciones. "La única manera de que ellos se vean disminuidos es que haya una crisis en su estructura, las crisis regionales no afectan su cine, tienen un tubo, eso hace que siempre tengan éxito". El realizador comenta que es hora de cambiar paradigmas. "Escribir historias menos ambiciosas, que conecten más con el alma del venezolano, hacer películas pertinentes, una vez que tengas el guión escribirlo para las condiciones que vienen, el video es una buena opción...". Recuerda que el cine-guerrilla, con equipos mínimos de producción, aminora los costos; insta a los cineastas a aprovecharse de las redes sociales y otras herramientas de Internet para la promoción y aliarse no sólo con otros países para coproducciones, sino entre los mismos cineastas, "lo más urgente ahora es el sentido de comunidad".