Este sábado se bajará el telón para satisfacción de muchos aquí en Berlín. La 60 edición del certamen alemán nacido en tiempos de la Guerra Fría en el sector occidental de una ciudad dividida ha estado lejos de ser una de las mejores, y como la del pasado año fue escasa en buenas películas. Sería no sólo deseable sino posible que de nuevo, como en 2009, ante la baja calidad del conjunto emerjan los talentos latinos, en este acaso con Natalia Smirnoff y su Rompecabezas, que sin duda ha estado entre lo más salvable de un festival que finalizaba este viernes con tres cintas no completamente redondas, las de Depardieu, Winterbottom y Pernille Fischer Christensen. Todas ellas, Mammuth, de Benoit Delépine y Gustave de Kervern, con Gérard Depardieu e Isabelle Adjani reencontrándose siete años después de Bon voyage y 22 después de la intensa Camille Claudel; la violenta coproducción anglo-norteamericana de Michael Winterbottom The Killer Inside Me, estrenada en Sundance, y el drama familiar danés de Pernille Fischer Christensen En familie coinciden en contener algunos ingredientes de interés, que tarde o temprano naufragan porque los errores de sus responsables hacen acto de presencia tarde o temprano al igual que sus virtudes. La primera de ellas, por ejemplo, empieza de forma brillante y muy divertida, con un enorme, en todos los sentidos, Gérard Depardieu convertido en carnicero prematuramente jubilado que decide desempolvar su vieja moto cuatricilíndrica y echarse a la carretera en busca del antiguo amor y las experiencias del pasado. Lo malo es que conforme pasan los minutos el planteamiento cómico inicial deriva hacia terrenos más dramáticos y previsibles, y la cinta pierde su ritmo. La segunda, que ya impactó a la crítica en Sundance por la gráfica representación de la violencia, está basada en una novela de Jim Thompson ya adaptada previamente (con más comedimiento) hace más de tres décadas por Burt Kennedy, con Stacy Keach en el papel del sheriff con doble vida como maltratador y asesino de mujeres, ahora en la piel de Casey Affleck. El problema de Winterbottom es que tiene que mostrar que ahí está él, que es un "autor" y que nada en la polémica con el mismo placer que un delfín por las templadas aguas caribeñas. En cuanto al muy bien interpretado En familie, narra el declive físico y emocional de un patriarca danés enfermo de cáncer, que desea que su hija se haga cargo del tradicional y muy reputado negocio familiar, mientras la vida le ha abierto a ésta otros horizontes y la panadería-repostería le interesa más bien nada. Tal vez fuera lo mejor del día, y en su reparto podríamos encontrar varias posibilidades de premio, aunque subyacen imperfecciones en el seno general del film. Y de premios y Osos es de lo que se va a hablar muy pronto, ya que a última hora de la tarde de este sábado se conocerá el palmarés de un jurado presidido por Werner Herzog y del que forma parte el productor español Jose María Morales (de Wanda Films). Nos atrevemos a apostar porque al menos a él le ha debido gustar la argentina Rompecabezas, que recuerda a alguno de los títulos de Sorín (entre ellos Historias mínimas) que él mismo produjo, y mirando alrededor ni él ni cualquier otro integrante del jurado van a encontrar mucho mejores cintas que la argentina. Como poco un premio de interpretación a María Onetto sería muy aplaudido, y por qué no el de la Opera Prima... o siendo optimistas un Oso... Algunas recompensas ya se conocen a esta hora, y nos hace especialmente felices el Premio de la Crítica (FIPRESCI) en el apartado Forum a la cinta colombiana El vuelco del cangrejo, con cuyos representantes hablamos aquí el pasado martes. Por otro lado, en el Talent Campus, especie de escuela-encuentro de jóvenes cinéfilos, estudiantes y profesionales de todo el mundo, el también colombiano Camilo Sanabria fue el ganador del único premio, destinado al músico que creara una nueva banda sonora para el corto ganador del Oso de Oro el año pasado. Sanabria será invitado por los laboratorios Dolby para conocer en Los Angeles sus estudios de sonido.