Aunque en Occidente no sea tan conocido, Godzilla (o Gojira, según la denominación original nipona) es una figura cinematográfica de primer nivel en Asia. Allí decidieron jubilarlo, justo medio siglo después de nacer, en 2004, y cuando parecía muerto y enterrado, he aquí que resucita... y en Hollywood, donde su propia versión moderna de finales de los 90 no acabó de cubrir las expectativas. La productora Legendary Pictures se ha aliado con los japoneses de Toho, propietarios de los derechos, para este nuevo remake, que cofinanciará y distribuirá la Warner Bros. para que llegue a las salas en dos años, muy posiblemente en 3D. Legendary, que mantiene una alianza preferente con el estudio de los hermanos Warner, se ha especializado en films de amplio consumo, la mayoría ricos en efectos especiales. Suyas son Batman Begins, Batman: El caballero de la noche, Superman vuelve, 300 y ¿Qué pasó ayer?. Ahora lanzan el "remake" de Furia de titanes. Su pretensión es hacerlo mejor -sobre todo en términos comerciales- que la superproducción de 1998 dirigida en EEUU por Roland Emmerich, la cual no dejó un gran sabor de boca. Bien es cierto que el film del alemán y su socio Dean Devlin recaudó $376 millones en las salas de todo el mundo, pero había costado al menos $130 y considerando el bocado de distribución y exhibición, al final fueron relativamente pocos dólares los obtenidos de beneficio. Por ello Columbia-TriStar renunció a la posibilidad de convertir a "Godzilla" en una saga como ya ocurrió en Japón, su país de origen. Legendary espera hacerlo mejor esta vez. Su máximo responsable, Thomas Tull, ha dicho que reconocen a Godzilla como un "icono de la cultura pop" y esperan ser dignos de la tarea "respetando los elementos que han conformado su carácter". Toho, la poderosa productora nipona que lo creó en 1954, es una aliada privilegiada en este aspecto. Se quedarán con todos los beneficios que la película genere en su país y se supone que al ceder los derechos a Hollywood tendrán la posibilidad de sugerir al menos ciertos elementos "clásicos" del personaje que el alemán Emmerich se saltó sin reparos. En 2004, la Toho había decidido mandar al retiro al lagarto gigante "made in Japan" después de medio siglo de exprimirlo en cine, televisión, animación, comics y juguetería. Ese año produjo su última cinta, Godzilla: Final Wars, que muy poca gente vio fuera de la región asiática.