Según han informado sitios webs de la oposición iraní, dos cineastas detenidos en Teherán han iniciado una huelga de hambre como protesta por su situación. Primero fue el reconocido realizador Jafar Panahi (en la foto) quien se habría declarado en ayuno permanente desde el pasado domingo, informó su esposa, y le siguió ya esta semana Mohammad Nourizadeh, éste último tras haber sido apaleado por funcionarios de la prisión Evin de la capital persa, la misma donde está Panahi, quien no ha recibido ninguna acusación o condena. Mientras se le recordaba con emoción (y lágrimas por parte de Juliette Binoche) días pasados en el Festival de Cannes, que le había invitado en vano, Jafar Panahi optaba por dejar de ingerir alimentos y así lo transmitió su mujer. Le explicó que había sido obligado el sábado por la noche a salir sin abrigo al patio de la cárcel y a permanecer allí hora y media. Al día siguiente le acusaron de haber enviado un mensaje grabado sobre su situación a Cannes. Panahi, seguidor del líder opositor Mir Hosein Musaví, lleva detenido sin cargos desde principio de marzo. El régimen considera que estaba filmando un documental sobre la represión que causó varios muertos y posteriormente dos ejecuciones sumarias tras las protestas por el fraude electoral. Nourizadeh (Parçamha e qalë e Káve), cineasta y periodista, por su parte, fue sentenciado el lunes pasado a tres años y medio de cárcel y 50 azotes por publicar en su blog tres cartas consideradas insultantes hacia el líder supremo ayatolá Ali Jamenei, y otros oficiales superiores. En ellas solicitaba al clérigo islámico que pidiera perdón por la represión contra la población civil tras las últimas y protestadas elecciones en el país.