Los festivales de películas de autor podrían desaparecer UN.- El panorama no es optimista. Si el proceso de digitalización de las salas de cine-arte venezolanas no se realiza en el corto plazo, los festivales de películas independientes pudieran desaparecer el año que viene. La advertencia la hace Douglas Palumbo, representante del circuito Gran Cine, organizador de las citas fílmicas, quien considera "urgente" la transición de la plataforma de 35 mm a los nuevos formatos digitales. El salto no es tan sencillo. Por lo menos en Venezuela, donde los empresarios necesitan de un Certificado de No Producción para acceder a las divisas que le permitan traer los equipos nuevos al país. "El tema son los dólares. El Ministerio de Industrias tiene que emitir el Certificado de No Producción, pero tiene dos años que no lo da porque dice que no somos prioridad", cuenta Palumbo, uno de los productores de cine con larga trayectoria en el país. Según indica la página web del Ministerio de Industrias en su sección trámites tales documentos "certifican que la fabricación de uno o varios productos en el país es insuficiente o no existe y, de esta manera, permiten realizar trámites para la importación de esos productos". Es decir, son necesarios para poder comprarle divisas al Estado. Además de Cadivi. Hacer la transición de celuloide a salas digitales tiene un costo aproximado entre 80 mil y 100 mil dólares. Pero no se trata sólo de cambiar el proyector. El proceso incluye la instalación de pantalla y sonido adaptados al nuevo sistema, y cuyos equipos son de la misma proporción que los anteriores. "No es que por ser digitales son más pequeños. No", dice Palumbo. "En el caso de Venezuela, solo un 11% del total de las salas se encuentran digitalizadas. Nos encontramos muy rezagados con respecto al resto de la región", señala el representante de Gran Cine. La preocupación es mayor cuando se habla de los festivales de películas independientes, dirigidos a una pequeña proporción de los espectadores criollos. Las muestras de cine francés, europeo, italiano, español, brasileño, estadounidense y latinoamericano, se hacen cada vez más difíciles porque la producción en esos países ya no se está haciendo en 35 mm. "Si en los años anteriores podríamos traer 12 o 15 películas para el Festival de Cine Español, este año sólo tenemos siete. En Brasil, por ejemplo, ya nadie está produciendo películas en 35 mm, por eso sólo pudimos traer ocho filmes a la muestra (actualmente en cartelera), y el más reciente es de 2012. Festivales como estos cuestan 500 mil bolívares. Aunque nunca se va a recuperar todo, siempre tengo que garantizar un mínimo de retorno para poder subsistir, y cada vez es más difícil", dijo Palumbo. Aunque el Centro Nacional de Cinematografía (Cnac) está haciendo su mayor esfuerzo para conseguir los certificados, el tema sigue paralizado. Para el circuito Gran Cine un avance sería que las cuatro salas de Trasnocho Cultural pasaran de celuloide a digital. "Eso garantiza que gran parte del público que va a ver nuestras películas se mantenga. Pero se trata de cuatro salas, estamos hablando de unos 320 mil dólares de inversión en el mejor de los casos. Si tuviéramos el dinero, igual no podríamos hacerlo", indica el productor. Rezagados. Mientras que en algunos países el 100% de sus salas ya son digitales, América Latina sigue teniendo un bajo porcentaje de modernización, exceptuando mercados como el mexicano o el brasileño. Según explicaba el presidente de La Villa del Cine el año pasado, "el mercado se decantó por lo digital hace varios años. Lo que viene ahora es la digitalización de las salas. No es un cambio total de la tecnología, simplemente cambiar el proyector de 35 mm a formato 2K o 4K. Se está viendo qué norma se termina de adoptar. Estamos trabajando en la propuesta para hacerlo en las salas regionales y en todas las Cinematecas. Eso no es sencillo o rápido". Según lo indican estudios recientes, Venezuela sigue siendo el país con menor porcentaje de salas digitales. Le sigue Bolivia. -------- 0 ------- INSISTIR EN EL PÚBLICO El presidente del circuito Gran Cine, Bernardo Rotundo, propuso ante el CNAC la creación de un circuito de salas alternativas. AL respecto Palumbo aseguró que ya se está estudiando una primera sala en Valencia que podría estar lista para el año que viene. Sin embargo, insistió en que su punta de lanza es el Trasnocho Cultural, que tiene un público fiel a las producciones alternativas. Otros espacios como la salas 1 del C.C. Líder, también se han enfocado en la programación de cine artístico desde que abrieron sus puertas. Cines Unidos además tiene una alianza en el interior con las salas HiperJumbo en Maracay, y los cines Sambil de Barquisimeto, Valencia y Maracaibo. La conformación de público, sin embargo, ha sido difícil. “Pero hay que insistir”, indicó el representante de Gran Cine.