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HTTPS://BLOGS.MEDIAPART.FR/CEDRIC-LEPINE / Por Cédric Lepine / Miércoles 29 de Marzo
El cine latinoamericano supera el millón de espectadores en Francia
El cine latinoamericano supera el millón de espectadores en Francia

Aunque el lugar que ocupa el Latinoamérica en la oferta cinematográfica francesa es aún modesto, no obstante ha logrado mantener una evidente atracción para el público. 

 

 

La asistencia a las salas de cine en Francia relativa a los filmes latinoamericanos es muy similar a la registrada en 2015, reuniendo en ambos casos alrededor de 1,2 millones de espectadores. Esto se registró en un año donde la asistencia del público al cine en Francia fue alta, alcanzando por segunda vez el mejor nivel desde hace 50 años, con más de 213 millones de espectadores, de los cuales un 63% corresponden a producciones estadounidense y un 33% a películas francesas. La comedia y la animación son los dos géneros que recaudan la mayoría de entradas al año, situándose a la cabeza el film de animación Moana,  con cerca de 5 millones de tickets vendidos. En 2016, de 715 largometrajes distribuidos en Francia -al ritmo de una media de 14 films inéditos por semana- se cuentan 293 producciones francesas, 167 producciones estadounidenses, 431 europeas y 34 con una producción (mayoritaria o minoritaria) de un país de América Latina. El lugar que ocupa América Latina en la oferta cinematográfica francesa todavía es modesto, pero a pesar de ello alcanza a mantener una real atracción para el público.

 

Las películas latinoamericanas no se mantienen ajenas al comportamiento general de la taquilla francesa y apenas un puñado de producciones son las responsables de lograr los grandes números. Un dato que ayuda a entender el comportamiento del cine latinoamericano en la cartelera francesa es que más de la mitad de los filmes latinoamericanos distribuidos se encuentran por encima de la franja de los 10.000 espectadores.

 

Tras el éxito en 2015 de Relatos salvajes -que consiguió el récord de 525.900 espectadores en Francia-, el box office latino en 2016 fue encabezado por otra película argentina: Tini, el gran cambio de Violeta de Juan Pablo Buscarini (181.600 entradas vendidas), una producción que al igual que la película de Damián Szifron contó con el respaldo de una major (Walt Disney, 357 pantallas). El film de Buscarini constituye un caso raro dentro de la distribución del cine latinoamericano en Francia ya que se trata de una película que no fue exhibida en ningún festival y alejada de la etiqueta de “arte y ensayo” en la que se enmarcan gran parte de las producciones latinoamericanas. 

 

Esta fue la primera vez que Walt Disney incluyó en su catálogo una producción latina, aunque la apuesta era tan lógica como segura al tratarse de una producción de la filial Disney adaptada de una serie de televisión producida igualmente por Disney cuyo éxito se prolongó por cuatro temporadas (de 2012 a 2015) con difusión en el mundo entero, incluido Francia. El público potencial de esta película existía, entonces, incluso antes de su realización. 

 

Pero en 2016 también hubo otros casos interesantes de analizar, como el de Aquarius, de Kleber Mendonça Filho, con sus 156.000 entradas vendidas y distribución de SBS Distribution, que es a su vez coproductor de la película. 

 

El cine latinoamericano de autor con una mirada más amplia parece estar conquistando nuevos espacios en Francia y películas como El Clan de Pablo Trapero (distribuida por Diaphana) y Desierto de Jonás Cuarón (distribuida por Versión original/Condor) lograron alcanzar más de 100.000 espectadores cada una. 

 

Por encima de la franja de los 100.000 espectadores se encuentra también la colombiana El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra, que fue lanzada el 23 de diciembre de 2015 y cuya vida en salas fue a partir de 2016. Se trata de otro fenómeno importante, ya que este film encontró a su público con una propuesta estética fuerte en blanco y negro, sin figuras estelares en el elenco, y cuyo director era también globalmente desconocido por el público francés: sólo la primera realización de Ciro Guerra (La sombra del caminante) había sido distribuida en Francia con poca repercusión en los medios. El año 2016 será recordado pues como el de irrupción del cine colombiano en Francia, con títulos como El abrazo de la serpiente, La tierra y la sombra de César Acevedo y Alias María de José Luis Rugeles. Todas tienen como punto en común haber sido presentadas en 2015 en el Festival de Cannes en distintas secciones (Semaine de la Critique, Quinzaine des Réalisateurs, Un Certain Regarde) y algunas de ellas recibiendo incluso premios. Queda claro el papel fundamental que continúan teniendo los festivales en Francia para el lanzamiento de la carrera de un director y más particularmente de un film a la vista de su difusión en las salas francesas.

 

Contrariamente a la estrategia de los blockbusters que recaudan más del 50% de sus entradas dentro de la primera semana, muchos filmes latinos encuentran a su público en su larga vida útil, a través de una estrategia de acompañamiento centrado y específico de la obra en eventos particulares. Un caso paradigmático de esto es Conducta, de Ernesto Daranas. De las 84.000 entradas vendidas contabilizadas hasta el presente, el film no había conquistado más que 28.500 la primera semana y ha continuado su camino por las salas durante 39 semanas más. El récord de duración en cartel para un film con una producción latina es Zonda”, folclore argentino de Carlos Saura con 50 semanas de permanencia en salas. Ésta es una estrategia adaptada por numerosos distribuidores independientes que no abandonan sus filmes en las primeras semanas; y frente a esto hay salas de cine que continúan interesándose en películas salidas semanas antes. Para seguir valorando estas producciones que no se aprovechan más del ímpetu mediático de la actualidad cinematográfica, los distribuidores emplean diversos acompañamientos. Como en Conducta (traducida al francés como “Chala, una infancia cubana”) que ha encontrado a su joven público, para lo que ha sido preparado, por ejemplo, un informe pedagógico y diversas instancias educativas.

 

Entre los distribuidores se encuentra la fidelidad de algunos que proponen uno o muchos filmes de América Latina cada año. Algunos de ellos son Bodega Film, Pyramide, Épicentre Films, Versión Original/Condor, Sophie Dulac, quienes han distribuido largometrajes latinos en 2016. Hay otros que aun no habiendo lanzado más que un largometraje, continúan cada año marcando su interés por esta área geográfica del cine: Ad Vitam, Le Pacte, Jour2Fête, Memento, Happiness, Urban Distribution, Damned, Out Play, Arizona Films, Zootrope Films, Bobine Films. Su opción descansa en gran parte en el seguimiento que ellos hacen de ciertos cineastas, de filmes galardonados por la prensa y los festivales, más que en una elección geográfica portadora de exotismo para el público francés, en ciertos casos. Para algunos films los distribuidores han igualmente participado en la producción, como se ha podido ver en Aquarius, pero también en películas como Aquí no ha pasado nada de Alejandro Fernández Almendras con Arizona Films, y La Luz incidente de Ariel Rotter con Urban Distribution.

 

Las coproducciones donde los países de América Latina son minoritarios tienen también su lugar no desdeñable en esta exposición en salas. Entre los más notables en la taquilla es necesario citar Francisco: El Padre Jorge / El Papa Francisco, de Beda Docampo Feijóo (España, Argentina, Italia), Truman (España, Argentina) de Cesc Gay, Soy Nero de Rafi Pitts (Alemania, Francia, México, Estados Unidos) que han respectivamente registrado 74.250, 65.170 y 26.150 entradas. El resultado más sorprendente es Francisco: El Padre Jorge / El Papa Francisco distribuido por Saje Distribution, especializado en un catálogo de films destinado a un público católico. Ya en 2014 este distribuidor había triunfado de la misma manera atrayendo a un importante público con su primer film Cristeros de Dean Wright, destinado a la misma audiencia por su tema.

 

El año 2017 en Francia para el cine latinoamericano se anuncia igual de auspicioso que el 2016 con el retorno de cineastas que cuentan de ahora en adelante a la vez con distribuidores y público garantizados: Neruda de Pablo Larraín y La región salvaje de Amat Escalante distribuidos respectivamente por Wild Bunch y Le Pacte. Se prevé lo mismo para Jackie de Pablo Larraín, La caja vacía de Claude Sainte-Luce, Kóblic de Sebastián Borensztein, El ciudadano ilustre de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Será ciertamente necesario esperar los próximos festivales del año para ver emerger a los cineastas latinos y su cine.

 

Fuente de los datos estadísticos de asistencia a salas: CBO Box Office.

 

Traducción al español: Cecilia Gerolami Noya.