Luego de su debut con la aclamada Jericó (1990), Luis Alberto Lamata estrenaba su segundo largometraje en el cual insistía con su exploración de la historia venezolana, esta vez situada en la época de la Guerra Federal a mediados del siglo XIX, a través de la relación que se establecía entre un soldado desertor del ejército liberal y una joven de familia acomodada, unión que se ve afectada por la existencia de un amuleto misterioso. Lourdes Valera y Daniel Alvarado protagonizaban esta historia de amor que transcurría entre los horrores de la guerra, acompañados por Carlos Mata, Alexander Milic, Luis Fernández, Pedro Durán, entre otros. 

Rodado en 1995, el film por fin logra estrenarse el 28 de mayo de 1997 y fue merecedor de los premios a la Mejor dirección, guion y fotografía en una edición del Festival del Cine Venezolano realizado en Caracas, mientras que en Biarritz Alvarado fue reconocido como Mejor actor, así como también en el festival de Sochi, Rusia, entre otros varios galardones.