EL 30 de mayo de 1984 se estrenó esta comedia coral de Alfredo J. Anzola, quizas el cineasta venezolano que ha explorado con más insistencia -y mejores resultados- el género de la comedia en la cinematografía nacional.
Luego de su incursión en el drama con Manuel (1980), sobre las actividades de un cura que se enamoraba, argumento que provocó la censura de la iglesia católica venezolana, y de Menudo, la película (1982), un film de encargo que mostraba la gira del famoso grupo musical, Alfredo J. Anzola estrenaba, un día como hoy, el 30 de mayo de 1984, su cuarto largometraje con el cual volvía a la comedia, género con el cual debutó exitosamente en la década anterior (Se solicita muchacha de buena presencia y motorizado con moto propia, 1977).
Se trata de un film coral que recrea situaciones entre lo absurdo y lo cómico que suceden durante una de las celebraciones más emblemáticas de la sociedad venezolana como lo es el Día de las Secretarias. El argumento se centra casi exclusivamente en un restaurante cuyo chef muere repentinamente justo ese día de celebración. El film lo protagonizan los desaparecidos Alejo Felipe y Luis Rivas, además de Víctor Cuica, Elba Escobar, Cecilia Todd, Alejandro Corona, Yajaira Paredes, Julio Mota, Asdrúbal Meléndez, entre otros muchos intérpretes conocidos.