Drama de producción nacional y cine de terror llegan este viernes a la cartelera venezolana. El segundo largometraje de ficción de los hermanos Rodríguez se estrena en varias salas del país luego de su triunfo en el pasado Festival del Cine Venezolano de Mérida. La otra novedad es un rutinario film de terror dirigido por el poco conocido Travis Zariwny.
@ HIJOS DE LA SAL (Venezuela, 2018). Tras su triunfo en la recién edición del Festival del Cine Venezolano de Mérida, donde fue galardonado con 7 premios, incluyendo los de Mejor película y dirección, los hermanos Luis y Andrés Rodríguez regresan a la cartelera con su segundo largometraje, luego de su aclamada ópera prima Brecha en el silencio (2013). Como aquella película, este nuevo film es un drama familiar rodado en la Península de Paraguaná, estado Falcón, un lugar conocido por los autores desde que filmaran allí varios de sus documentales. Un anciano (interpretado por José Torres), en la agonía de su muerte, pide a sus hijos que incineren su cuerpo y esparzan sus cenizas en el mar. Dispuestos a cumplir el último deseo del anciano, como en un rito de iniciación los jóvenes, sin saberlo, transgreden las tradiciones del pueblo, con lo que invocan su condena a un destino en el que solamente se tienen el uno al otro. Terry Goitía, María Alejandra Jiménez (ambos, al igual que José Torres, premiados en Mérida), Aníbal Grunn, Yixi Villegas, entre otros, completan el reparto.
@ DEMONIO DE MEDIANOCHE (The Midnight Man, USA – Canadá, 2016). Dos conocidos actores protagonizan esta cinta de terror: Robert Englund, famoso por interpretar al aterrador Freddy Kruger, y Lin Shaye, famosa también por la saga “Insodious”. El film lo dirige el no muy brillante Travis Zariwny, quien ha dirigido varios film de bajo presupuestp, y cuenta la historia de Alex (Gabrielle Haugh) que vive en una antigua mansión donde cuida a su abuela, Anna (Shaye), quien padece una enfermedad mental. Mientras busca un espejo de su abuela, Alex y su amigo Miles (Grayson Gabriel) encuentran una caja en el ático. Con gran curiosidad la abren sólo para descubrir un juego dentro. Los dos deciden jugarlo y seguir las reglas leyéndolas en voz alta… y a medianoche. Pero el juego no es una broma, pues han despertado a un Demonio que vuelve realidad sus peores miedos.
