SINOPSIS
En un pueblecito de Córcega, la vida de Hélène, discreta y sin relieve, es un rosario de días iguales unos a otros… Ella trabaja de camarera en un hotel y parece vivir contenta con su marido Ange y su hija quinceañera Lisa. Una vida modesta, monótona, sin sorpresas… Pero su vida da un vuelco el día en que mientras limpia una de las habitaciones del hotel sorprende y observa fascinada a una pareja de americanos muy atractivos jugando al ajedrez en una de las terrazas. Es un juego que primero le intriga y luego le fascina hasta tal punto que se dedica de lleno a aprender las reglas a la perfección.
REFERENCIA

La realizadora Caroline Bottaro (Bielefeld, Allemagne, 1969) es italo-alemana pero vive en París. Luego de realizar un cortometraje titulado La mère (1995) y de escribir varios guiones para el realizador Jean-Pierre Améris (Le bateau de mariage, 1993; Les aveux de l’innocent, 1996; La fille préférée, 2000, y C’est la vie, 2001), rueda su primer largometraje La jugadora de ajedrez (La joueuse, 2008), un drama protagonizado por Sandrine Bonnaire y el estadounidense Kevin Kline, libremente inspirado en la novela de Bertina Henrichs, “La Joueuse d’échecs”.

La realizadora cuenta cómo descubrió el libro: “Bertina Henrichs era mi vecina y me pidió que leyera el manuscrito de su primera novela que había terminado de escribir. Yo era su primer lector y deseaba mi opinión antes de contactar una editorial. Luego de la décima página, quedé profundamente convencida de que había en su texto, además de personajes muy entrañables, sin duda un tema emocionante para ser llevado al cine”.

Caroline Bottaro explica cuáles fueron los elementos que la motivaron para adaptar el libro a la gran pantalla: “El personaje femenino, su metamorfosis a través del descubrimiento de una pasión, el microcosmos en el que este personaje está cambiando: un pequeño pueblo, una isla. Como las distintas versiones del guión, la historia ha cambiado. En la novela, por ejemplo, Helen no es una expatriada, sino es proveniente de una isla griega, y el Dr. Coger es un viejo profesor, homosexual no asumido. A pesar de las muchas diferencias, espero que la película sea profundamente fiel a la novela, y me alegra oír a Bertina Henrichs decir que ella se ve reflejada en el film tanto como también le es fácil reconocerme a mí”.