SINOPSIS
Francia, 1942. Monsieur Batignole es un comerciante que trata de llevar una vida normal más allá del miedo y la intimidación ejercida por los alemanes. Su situación es privilegiada: su negocio le da para comer y el novio de su hija es un colaboracionista nazi que le consigue un ingreso extra organizando banquetes para el ejército de ocupación. Su futuro yerno, Pierre-Jean Lamour, es un apasionado de la literatura, un escritor mediocre que tiene la misión de localizar judíos y delatarlos. Algunas de las víctimas serán los miembros de la familia Bernstein, vecinos de los Batignole, pero de una posición más acomodada. Una vez sus bienes son confiscados y ellos capturados, el piso pasará a ser ocupado por la familia Batignole. Con un piso nuevo y teniendo a su disposición una furgoneta también incautada, Batignole inicia una relación más estrecha con los alemanes. Todo parece ir bien, hasta que un día, justo cuando está ofreciendo una fiesta en su casa para los alemanes, toca a la puerta una inesperada visita…
REFERENCIA
Como actor, Gérard Jugnot (París, 1951) es una de las estrellas mejor pagadas del cine francés –sus honorarios ascendieron en 2004 a 5.45 millones euros, según Le Figaro Entreprises-, una condición debida en parte al éxito de Los coristas (Les choristes, Christophe Barratier, 2004), una película vista por más de 8 millones de espectadores en Francia, y unos cuantos más en Europa y el resto del mundo.

Y no es sólo por su celebridad por lo que el presidente Jacques Chirac lo haya elevado a la categoría de “Caballero de la Legión de Honor”, también en 2004, sino además por su contribución en la difusión de las artes de la interpretación.

Es en el colegio donde Jugnot conoce a Christian Clavier, Thierry Lhermitte y Michel Blanc con quienes crea el grupo "Splendide", obteniendo éxito sobre las tablas a lo largo de siete años. Paralelo a su actividad escénica, el actor hace su debut en la gran pantalla en pequeños papeles en films como Les Valseuses (1974) de Bertrand Blier, Le Juge et l'Assassin (1976) de Bertrand Tavernier, y Le Locataire (1976) de Roman Polanski.

Pero es con Les Bronzés (Patrice Leconte, 1978) y Le Père Noël est une ordure (Jean-Marie Poiret, 1982), dos largometrajes adaptados de obras de "Splendid", que Gérard Jugnot obtiene reconocimiento público. El éxito de estos films hace que varios cineastas jueguen con su imagen de «típico francés» en distintas comedias: Edouard Molinaro en Pour cent briques t'as plus rien... (1982), Jean-Marie Poiré con Papy fait de la résistance (1983) y Le Quart d'heure américain (1982).

La carrera de Gérard Jugnot-actor no se puede desligar de la de Garard Jugnot-realizador. En 1984, dirige su primera película Pinot simple flic seguida, un año más tarde, de Scout toujours. Pero si en Sans peur et sans reproche (1988) pone siempre la risa en primer plano, Jugnot no tarda en especializarse en la comedia dulzona, el film Une époque formidable... (1991), es el mejor ejemplo.

Después de realizar las comedias Casque bleu (1994) y Fallait pas! (1996), Gérard Jugnot dirige e interpreta la historia de un padre preocupado por la voluntad de independencia de su hija en Meilleur espoir feminin (2000). En 2001, filma Una razón para vivir (Monsieur Batignole), su noveno film, donde interpreta a un pequeño comerciante durante la Ocupación, un film cuyo estreno en diferentes mercados ha sido posible debido al éxito de Los coristas.