DIRECTOR

Sally Potter

Londres, 1962. Ginger y Rosa son dos adolescentes amigas inseparables. Juntas hacen novillos, hablan de amor, religión y política, y sueñan con una vida más emocionante que la doméstica existencia de sus madres. Pero la creciente amenaza de la guerra nuclear proyecta una sombra sobre su futuro. Ginger se siente atraída por la poesía y por la protesta política, mientras que Rosa le enseña a Ginger a fumar, a besar a los chicos y a rezar. Las dos se rebelan contra sus respectivas madres.

Sally Potter (Londres, 1949) dejó la escuela a los 16 años para convertirse en una directora de cine. También se graduó como bailarina y coreógrafa en la Escuela de Danza Contemporánea en Londres, para fundar más tarde la Compañía de Danza Limited. Entre sus documentales y cortometrajes, sobresale Thriller (1979) que alcanza un gran éxito en los festivales. Aún consagrada con constancia a la danza y a las puestas en escenas teatrales, Potter rueda su primer largometraje en 1983, el musical The Gold Diggers, interpretado ​por Julie Christie.

Pero su reconocimiento internacional llegará con Orlando (1992) con Tilda Swinton, adaptación del libro del mismo nombre de Virginia Woolf. La película fue un gran éxito y ganó más de 25 premios. En The Tango Lesson (1997), es ella misma quien interpreta a una joven que se enamora de un bailarín de tango (Pablo Verón). De nuevo, el trabajo de Potter es aclamado en diversos festivales. A partir de entonces, ha dirigido The Man Who Cried (2000) con el apoyo de un reparto excepcional (Johnny Depp, Christina Ricci…) y Yes (2004), con Joan Allen y el francés Simon Abkarian.

La realizadora continúa su impulso con el drama Rage para el que compone música nueva y que cuenta con la actuación de Jude Law.

En 2012 estrena Ginger y Rosa (Ginger & Rosa,), la historia de dos adolescentes, interpretadas por las populares jóvenes actrices Elle Fanning y Alice Englert, en el Londres de los años 60 con el telón de fondo de la guerra fría, la energía nuclear, el feminismo y la revolución sexual.

Ginger y Rosa fue nominada en la categoría de Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Londres en 2012 y presentada fuera de competición en el Festival Internacional de Cine de Marrakech.

Elementos autobiográficos

Sally Potter ha insistido en que su película no es una autobiografía. Sin embargo, es innegable que hay similitudes entre su vida y la del personaje de Ginger. La cineasta, por ejemplo, le pidió a la joven actriz Elle Fanning que se tiñera de rojo el pelo, el mismo color de su cabello. Incluso, compartió con la actriz sus propios recuerdos de la época para alimentar mejor al personaje. Por su parte, Fanning también fue capaz de construir su papel, viendo las fotos de la directora en las manifestaciones anti-nucleares de la época.

La directora cree que el Hombre está fuertemente influenciado por la sociedad pues forma parte de un todo. Partiendo de esta premisa, tuvo la idea de contar la historia de dos chicas muy jóvenes que se debaten, en los años 60, entre la Guerra Fría y la amenaza nuclear con la crisis de los misiles en Cuba. El comportamiento de sus personajes encuentra de esta manera un sentido en la situación extremadamente tensa de ese momento: "En la película, la relación entre los personajes, sus mentiras y traiciones, sus creencias, sus esperanzas o temores son un reflejo de la crisis de la época. No existen buenos o malos, sólo las personas que hacen todo lo posible con sus creencias, sus cuestionamientos y que tratan de dar un sentido a sus vidas ", expresa Potter.

Actores no ingleses

Aunque Ginger y Rosa se desarrolla en Londres, sus intérpretes no son ingleses, lo que le otorga al film, según la realizadora, más autenticidad: "Un actor debe interpretar un papel, independientemente de su origen y es suficiente con elegir al mejor. No tiene nada que ver con una historia de pasaporte sino más bien con la inclinación, las habilidades y la resonancia".