SINOPSIS
Documental que ofrece una importante perspectiva aborigen de lo que ahora se conoce como "la crisis Oka" de 1990, un momento fecundo en la historia de Canadá que cambió para siempre la forma en que el gobierno y los ciudadanos de ese país comprenden su relación con los pueblos aborígenes. Es una crónica de los setenta y ocho días de enfrentamiento armado, durante el verano de 1990, entre miembros de la comunidad mohawk de Kanehsatake, ubicada cerca del pueblo de Oka en la Provincia de Quebec, la policía provincial (la Sûreté du Québec) y el ejército canadiense.
REFERENCIA

Nacida en 1932, en New Hamphire, territorio de la Nación Abenaki, Alanis Obomsawin es quizás la más relevante documentalista canadiense y una elocuente defensora del cine aborigen. Ha pasado a ser miembro de la Order of Canada en 1983 y ha recibido el Governor General’s Award para Medios y Artes Visuales en 2001.

Obomsawin comenzó su carrera como cantante y escritora antes de realizar su primer film en 1967, Christmas at Moose Factory.

Esta cineasta ha dirigido más de 20 documentales sobre temas que afectan al pueblo aborigen de Canadá, incluyendo films sobre la resistencia de la comunidad Mohawk de Oka, el pueblo M’ikmaq de Listiguj, y los problemas sociales que afectan a los niños aborígenes. Su trabajo es conocido ampliamente y ha sido honrada con una retrospectiva de su obra en varios festivales, incluyendo el Margaret Mead Film Festival, en 2003, y, el IMAGeNative Film Festival, en 2004.

Obomsawin pertenece a la oficina de directores para la Aboriginal Peoples Television Network y del Public Broadcasting Association de Quebec, además de ser miembro del Comité Asesor sobre Multiculturalismo y Temas de Equidad de la Concordia University. Ha recibido el doctorado Honoris Causa de las universidades de Carleton, Concordia y York University. Creció hablando Abenaki en la Odanak Reserve y en Trois Rivières de Québec.

Su poderosa combinación de lo lírico con lo político, y de lo personal con lo comunitario, es un sello distintivo de su trabajo, tal como lo es su permanente narración de fondo. "La razón de hacer filmes es para darle la voz a nuestra gente, un lugar donde puedan expresarse ellos mismos con dignidad para exponer las injusticias y para contar nuestra propia historia”, ha declarado esta luchadora cineasta.

Festival de Cine Internacional de Toronto: mejor filme canadiense.