Antonio es un niño de 12 años que crece bajo la protección de una familia humilde y amorosa. La obligada ausencia de su padre en busca de un mejor porvenir hacia unas minas de oro, lo enfrentan a un viaje en el que debe dejar de lado su infancia y vencer sus temores para ir en busca de su padre. 

En La Barra, un alejado pueblo del pacífico colombiano, Cerebro, líder de los nativos afrodescendientes, enfrenta fuertes contradicciones con el Paisa, poderoso terrateniente que planea la construcción de un hotel en la playa. Daniel, un citadino extraño y silencioso, llega una tarde cualquiera y permanece varios días en el sitio a la espera de una lancha clandestina que pueda sacarlo del país. Una niña (Lucia) y dos adolescentes (Miguel e Israel), necesitados de dinero, son los únicos que intentan ayudarlo, pero conseguir una embarcación tomará más tiempo de lo planeado.

Elena y Vladimir forman una pareja de personas mayores procedentes de medios muy diferentes. Se conocieron tarde y cada uno tiene un hijo de un matrimonio anterior. El hijo de Elena está en paro y no consigue mantener a su familia, por lo que siempre pide dinero a su madre. La hija de Vladimir es una chica descuidada que mantiene una relación distante con su padre. Vladimir ingresa en el hospital después de sufrir un infarto y allí se da cuenta de que puede morir antes de lo que creía. Decide entonces tomar una decisión importante: le dejará todo lo que tiene. Ante esto, de pronto Elena ve derrumbarse la esperanza de ayudar económicamente a su hijo.

Se estima que entre 2017 y 2023 han salido de Venezuela, a diferentes países en condición de migrantes, más de 8.600.000 personas (según cifras no oficiales), en busca de mejores condiciones sanitarias, alimenticias, educativas y oportunidades de adquisición de bienes. Se trata de hombres y mujeres que con sus niños en brazos esperan alcanzar un futuro mejor, tras recorres largas distancias, montes y valle, ríos y selvas, carreteras y trochas. Ellos van y vienen en busca de un sueño.