El pasado lunes 18 de diciembre falleció el documentalista y profesor universitario Manuel de Pedro, autor de una amplia filmografía conformada fundamentalmente por documentales, cortos y largos, reconocidos tanto nacional como internacionalmente. 

Nacido en Zaragoza, España, en 1939, De Pedro se licenció en Filosofía en la Universidad de Comillas (Madrid, España, 1966) y Master in Speed, Major in Film (Northwester University. Evanston. III, USA, 1970). 

Su carrera comenzó a finales de los años 60 con el cortometraje de ficción Misa criolla (1967), para luego centrarse en el género documental, realizando diversos cortos hasta que en 1975 dirige el largometraje Juan Vicente Gómez y su época, un documental que refleja con mucho rigor la Venezuela bajo el mandato de quien gobernó al país con mano férrea durante veintisiete años. 

Fueron varios los temas abordados por De Pedro en sus muchos cortos y mediometrajes, entre ellos, las artes plásticas venezolanas (Cruz Diez, Arte Constructivo Venezolano, Indagación de la imagen, Francisco Narváez), el teatro (El extranjero que danza, Los presos hacen teatro) o personalidades (Rómulo Gallegos, Vicente Emilio Sojo). Otros dos importantes largometrajes documentales fueron Iniciación de un Shamán (1980), centrado en el ancestral rito de la cultura de los pueblos originarios, en este caso la cultura Yanomami; y Un solo pueblo (1985), sobre la actividad del  grupo musical folklórico del mismo nombre surgido en 1976 en Caracas y que trascendió fronteras. El film se promocionó como “la primera película musical venezolana”.

De Pedro también incursionó en el cine de ficción: En Sabana Grande siempre es de día (1988) es un relato sobre un niño de 10 años que se enfrenta a sus aventuras y desventuras en medio de la vorágine de concreto representado en el famoso bulevar caraqueño; y Trampa para un gato, centrado en la época de la guerrilla en El Salvador, relata la historia de dos venezolanos que se unen al movimiento guerrillero y participan en la creación de Radio Venceremos. Rodado en 1994, el film tardó catorce años en estrenarse en salas venezolanas. 

Desde 1981, De Pedro ejerció de profesor de la cátedra de Dirección de Cine de la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, labor que desempeñó desde su centro de trabajo, las oficinas de Cochano Films, productora con la cual también realizó varios programas culturales para la televisión.