@ .– El pasado fin de semana terminó oficialmente en Toronto el rodaje de Chloe, la cinta del canadiense Atom Egoyan basada en una película francesa (Nathalie) sobre una mujer casada que con el fin de certificar la fidelidad de su marido contrata a una prostituta para que lo seduzca. El protagonista masculino del film, Liam Neeson, filmó las últimas escenas que le quedaban, después de tener que ausentarse varios días de la filmación por la muerte accidental de su esposa, la también actriz Natasha Richardson. Durante ese tiempo la producción se organizó para rodar escenas con las otras dos actrices principales, Julianne Moore y Amanda Seyfried (Mamma mia!), quienes interpretan respectivamente a la esposa y la prostituta-amante. Según Screen International se había hablado de que intentarían presentar Chloe en Cannes, pero ello parece poco probable, ya que apenas falta mes y medio para que se inicie el certamen francés, un tiempo escaso para asumir la postproducción del primer "remake" que dirige Egoyan. @.- Sin salir de territorio canadiense, en Québec se entregaron también el pasado fin de semana los anuales premios Jutra, que -al modo de los Oscars o los Goya- recompensan lo mejor de la producción de esta región francófona. Dos cintas acapararon las principales recompensas: Ce qu’il faut pour vivre (Lo que hace falta para vivir), drama de Benoît Pilon sobre un indio inuit que, enfermo de tuberculosis, debe ser atendido, en los años 50 del pasado siglo, en un hospital quebecqués; y el drama erótico femenino Borderline, de Lyne Charlebois. La primera cinta obtuvo los galardones de mejor película, mejor actor (Natar Ungalaaq), mejor guión (Bernard Émond y Benoit Pilon), mientras que la segunda se hizo con los de mejor dirección (Lyne Charlebois), mejor actriz protagonista (Isabelle Blais), mejor actriz de reparto (Angèle Coutu) y mejor montaje (Yvann Thibaudeau). Una tercera película, el cuento fantástico Babine acumuló recompensas técnicas por su dirección artística, sonido, banda sonora, maquillaje y vestuario.