Fotograma de “Mafia interna” de Jackson Gutiérrez De manera “estupenda y con expectativas superadas”, fue descrita la primera jordana del Festival de Cine Venezolano en Mérida por el presidente del circuito Gran Cine, y coorganizador del festival, Bernardo Rotundo, en una rueda de prensa realizada ayer. “Para nosotros es un placer recibir al cine nacional”, manifestó la presidenta de Fundearc y también coordinadora del festival, Karina Gómez. El primer día arrancó con los talleres, conferencias, proyecciones y apagones que se tenían pautados, aunque este último no figurara dentro de la programación. “Esto habla muy bien del país, y de la gente que todavía cree en el cine", manifestó Gómez al refererirse a los 14 largometrajes que participan. Anteriormente se contaba con 15, pero Cabimas de Jacobo Penzo salió en último minuto del concurso por no estar culminada a tiempo. Rotundo manifestó estar orgullosos por tener “cinco de cinco. Cinco años, cinco festivales”. También señaló que las producciones han sido bastante equilibradas en cuanto a tendencias y directores. “El festival ha estado muy bien equilibrado, hay películas de todas las tendencias. Se ha permitido la inscripción de todas las películas que se realizan. Desde unas realizadas en barriadas populares por cineastas que empiezan a hacer incursión cinemtográfica con películas en Petare y Guatire, así como las grandes producciones de la Villa del Cine y otras independientes”, apuntó Rotundo. El jurado del festival, conformado por Carlos Moreno, Diego Rísquez, Alfonso Molina y Oscar Garbisu, también se pronunció en la rueda de prensa. Comenzando por el invitado internacional, el director colombiano Carlos Moreno, autor de Perro come perro, quien señaló sentirse afortunado por haber sido convocado. Piensa que es un desacierto el hecho de que siendo regiones con tantos puntos en común, el cine no haya sido uno de los aspectos que se conozca y se comparta entre regiones. “Es una paradoja de nuestro sistema de distribución cinematográfica que entre países que seamos tan parecidos del Río Bravo para abajo, no nos conozcamos los filmes. Tenemos muchas cosas en común, excepto nuestro cine porque no lo conocemos mutuamente”, dijo el director. Respecto a las características de las producciones nacionales y colombianas, Moreno señaló que observa muchas coincidencias tanto de contenido, como de forma, basado en las cinco que vio el lunes. “Vi cinco películas y, aunque por ser jurado no puedo emitir un concepto, sí puedo aclarar algunas cosas. El estar acá me da una pequeña visión de que la producción cinematográfica venezolana tiene algunas coincidencias. Los mismos aciertos, así como los mismos errores. Podemos caer en los mismos lugares comunes y también la misma sinceridad”, apuntó Moreno. Por otro lado, el resto del jurado reiteró la importancia que tiene Mérida como capital cinematográfica en Venezuela. Rísquez destacó la importancia que tiene este evento para las nuevas generaciones. “Creo que lo más importante del festival son los estudiantes que tienen la oportunidad de estar en contacto con las otras generaciones. Creo que el intercambio de ideas es lo que nutre al cine venezolano”.