L a necesidad de procurar un equilibrio entre la exhibición de películas hollywoodenses y filmes de otras procedencias en Venezuela no es nueva. Según Bernardo Rotundo, presidente de la distribuidora de cine independiente Gran Cine, es un objetivo que está planteado desde hace más de 23 años. "Pareciera que estos debates se hubieran dado después de 1999. Desde los años 80 estamos hablando de la diversidad cultural y una de las cosas que siempre hemos defendido es la libre circulación del material fílmico. Es decir, nadie puede ser juez ni parte para decir qué es lo que tiene ver el público venezolano", recuerda Rotundo. El presidente de Gran Cine considera que es imprescindible estimular festivales de películas de arte, incluyendo el cine cubano y americano en general. "No se trata de un problema político ni ideológico. Sino que se trata de un problema de diversidad cultural. Por ejemplo, Gran Cine ha distribuido una película palestina, Paraíso ahora, y también programamos cine judío. No podemos ideologizar la discusión cultural cinematográfica", ejemplifica Rotundo. El equilibrio de las carteleras locales, explica Rotundo, tiene que apuntar a que no sólo se vean las películas provenientes de Hollywood ¬algunas de ellas han dado buenos aportes, otros son productos muy comerciales, agrega¬. La dinámica propia de las exhibidoras locales, dice el especialista, no debería impedir que en Venezuela se vea cine latinoamericano. "Eso es una realidad tangible. Aquí no vemos ni cine argentino, ni cine colombiano, ni peruano. E incluso el público es el primero que tiene prejuicio con el cine latino. Eso es una relación de desigualdad que hay que cambiar. Hay que buscar mecanismos que permitan equilibrar esa balanza", recalca Rotundo. DISCUSIÓN EN PUERTAS El ministro de la Cultura, Francisco Sesto, ha manifestado recientemente la intención de revisar la Ley de Cine, aprobada en 2005, aún cuando el reglamento de la misma no ha sido revisado aún. "El Ministerio para la Cultura ve con extrema preocupación la actitud de los dos circuitos de distribución de cine, prácticamente, ambos constituyen una suerte de monopolio (...) Vamos a ir a la reforma de la Ley de Cine con más fuerza porque a estas personas les interesa más la distribución del cine norteamericano de las grandes productoras", expresó el ministro hace una semana. Al respecto, el presidente de Gran Cine considera que puede ser necesaria la revisión de la actual Ley de Cine, a la luz de cinco años de su aprobación. Rotundo señala que las leyes son perfectibles y que puede que ciertos detalles se tengan que mejorar. "Cuando se reformó la Ley de Cine en 2005, cuya discusión comenzó tres años antes, se creó un comité operativo de la ley. Los esfuerzos que hicieron ANAC, Caveprol, Gran Cine, CNAC fueron fundamentales. Allí chavistas, antichavistas y `nini" se lograron poner de acuerdo en mesas de trabajo", recuerda Rotundo quien participó en dicha comisión. Los cineastas, cuenta el presidente de Gran Cine, conversaban con los diputados de todas las toldas políticas que hacían vida en la Asamblea Nacional y la reforma de la ley fue aprobada por unanimidad. "La mejor exhortación que le podemos hacer al ministro Francisco Sesto es que si considera que es vital revisar la Ley de Cine, después de cinco años de operación, vamos a revisarla. La idea es que se repita la experiencia liderizada por él en 2005", hace un llamado el presidente de Gran Cine. Rotundo propone que todos los factores que hacen vida en el cine participen en esta discusión a fin de ver cuáles son los logros que se han alcanzado con la legislación actual y mejorar aquellos aspectos que sean necesarios. "Se están haciendo más películas, se reanimó la industria del cine venezolano, se están apoyando los laboratorios de cine, se creó la Villa del Cine, se hicieron salas regionales... pero todavía notamos que hacen falta algunos correctivos. Es importante que se mantenga el diálogo y la participación de todos los sectores como siempre ha sido. Por esa ruta ganamos todos", asegura el presidente de Gran Cine. Rotundo cree que si la reforma de la Ley de Cine se aprobara en una cúpula sería un error político terrible. Sin embargo, considera que el ministro de la Cultura seguirá la misma fórmula que se empleó para discutir las modificaciones de la ley de 2005. "Cualquier intento de reforma de ley tiene que operar de la misma forma, ya que fue exitosa", concluye.