Como todos los grandes "sex symbols" de la pantalla, la actriz holandesa Sylvia Kristel, fallecida en la noche de este miércoles tras una década luchando contra el cáncer de garganta, unía una belleza y un físico contundentes con un aire de cándida inocencia. Tenía 60 años y deja atrás más de 50 producciones, las más conocidas bajo su casi pseudónimo de "Emmanuelle", la emblemática ama de casa adicta al sexo y las experimentaciones eróticas de todo tipo, que revolucionó y popularizó el género erótico en los años 70, sacándolo del gueto marginal de las salas "X". Tenía poco más de 20 años y una muy escasa experiencia interpretativa en su Holanda natal cuando el productor Yves Rousset-Rouard y el director Just Jaeckin la eligieron para convertirse en la inolvidable Emmanuelle (1974), personaje en permanente búsqueda de placeres carnales, creado por la novelista Emmanuelle Arsan. La película francesa, un "softcore" prohibido en su día en varios países (incluida España, donde se estrenó tras la muerte de Franco al año siguiente), ha sido vista -se calcula- por más de 300 millones de personas en todo el mundo, y en París se mantuvo más de una década en cartel en los Campos Elíseos. Pese a sus intentos de escapar del universo de Emmanuelle, en películas como René la canne (1977), Alice ou la dernière fugue (1977), Aeropuerto 1980 - El Concorde (The Concorde… Airport ’79, 1979) o El quinto mosquetero (The Fifth Musketeer, 1979), su nombre siempre se asoció al papel de la ninfómana burguesa, que también incorporó, ya madura, en televisión, y a la vez ninguna otra actriz fue capaz de igualarla en distintas versiones del personaje. En su misma estela, participó en otras cintas de contenido erótico, como El amante de Lady Chaterley (Lady Chatterley’s Lover, 1981), The Big Bet (1985) o Mata Hari (1985). Se despidió del cine en 2010 con la cinta franco-croata Two Sunny Days. En su autobiografía, publicada hace 5 años, la actriz, bajo el título de "Undressing Emmanuelle" (Desvistiendo a Emmanuelle), describía la parte menos glamourosa de su vida, una existencia marcada por la tragedia desde la infancia, bastante lejos del elegante y caliente personaje que la hizo famosa. Abusos infantiles, la traumática separación de sus padres durante su adolescencia, sus primeros pasos como modelo y miss, la elección cuando apenas tenía 20 años para protagonizar Emmanuelle, los rodajes en diferentes lugares del mundo para las cinco cintas en las que incorporó su emblemático rol, intentos de hacer otro tipo de películas, adicciones al alcohol y la cocaína, los malos tiempos y la falta de dinero, y -finalmente- la detección de un cáncer en 2002, el que finalmente se la ha llevado la noche pasada, eran pormenorizados en el libro.