El realizador norteamericano John McTiernan, conocido como uno de los mayores especialistas del cine de acción en Hollywood, fue condenado este lunes por un juez federal a 12 meses de cárcel, 100.000 dólares de multa y tres años de libertad bajo fianza por mentir al FBI y al tribunal sobre sus implicaciones en el caso de escuchas ilegales llevadas a cabo por el "detective de las estrellas" Anthony Pellicano, de quien fue cliente. Por el momento, el realizador de Duro de matar, Depredador o El último gran héroe, al que este mes la Mostra de Valencia iba a brindarle un homenaje (lo retrasó sine die cuando se conoció su enjuiciamiento), seguirá en la calle hasta que se revise su apelación. El juez Dale Fischer rechazó las tésis del abogado del cineasta, Oliver Díaz, quien solicitaba tres años de libertad vigilada después de que McTiernan reconociera su perjurio y por las consecuencias nefastas que el caso le había traído en su carrera y su prestigio profesional. El realizador había contratado a Pellicano para que investigara al productor Charles Roven y fue grabado en una conversación telefónica con el detective privado en la que ambos hacían alusiones a "pinchazos" telefónicos al productor, con el que McTiernan tenía un litigio económico. Pellicano, protagonista principal del escándalo desde hace un lustro, está actualmente en prisión, por diferentes casos de escuchas ilegales y extorsión, pero no así sus clientes, a los que ha sido imposible en la mayoría de los casos implicar en sus procedimientos investigativos. El pasado septiembre la española Mostra de Valencia, ahora especializada en cine de acción y aventura, anunciaba que postponía el ciclo-homenaje a John McTiernan y en su lugar invitaría al cineasta alemán afincado en Estados Unidos Wolfgang Petersen, director de películas como Troya, La tormenta perfecta, El submarino o La historia interminable.