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WWW.LANACION.COM.AR / Diego Batlle / Martes 22 de Diciembre
Los cines argentinos permanecerán cerrados hasta el 31 de enero y crece la preocupación en el sector
Los cines argentinos permanecerán cerrados hasta el 31 de enero y crece la preocupación en el sector

Los dueños de los complejos de salas se sienten "marginados" al no permitírseles reabrir las salas cuando hay otros sectores en funcionamiento, aunque sean más riesgosos de contagio.

 

Tras nueve meses de inactividad total, los propietarios de los complejos de cine se habían entusiasmado con una reapertura de las salas para principios de enero y ya analizaban qué películas estaban en condiciones de estrenar: desde Mujer Maravilla 1984 hasta Los Croods 2: Una nueva era, pasando por Tenet. Los minuciosos y exigentes protocolos se habían consensuado con las autoridades de Cultura y Salud, se apuraron las medidas para reacondicionar las salas y cumplir así con los nuevos requisitos y hasta se llegó a capacitar a buena parte del personal (hay unos 5000 empleados en el sector), pero el decreto de necesidad y urgencia 1033/2020 publicado ayer en el Boletín Oficial terminó con esas esperanzas.

 

Con la prórroga del Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo), el artículo 8º del DNU dispuso la prohibición del funcionamiento de cines, teatros, clubes y centros culturales hasta (por lo menos) el 31 de enero próximo. Los empresarios del sector se sienten claramente "discriminados". "No entendemos cuáles son los criterios que manejan las autoridades. Hay actividades bastante similares o incluso más riesgosas, como los casinos o los bingos, que están funcionando desde hace varias semanas", explica Gabriel Feldman, CEO de la cadena Multiplex, que tiene dos complejos en el barrio de Belgrano, uno en la calle Lavalle y otros en Canning y Pilar.

 

"Nosotros estamos convencidos y lo venimos explicando que ir al cine no es riesgoso. Las salas tienen alturas de diez metros y equipos de aire acondicionado que renuevan varias veces por hora todo el volumen de aire; además, la gente está pasiva mirando hacia la pantalla, sin interactuar, y con el distanciamiento garantizado porque la venta de entradas es numerada y se eliminan las butacas que rodean a la que se ha ocupado. Es mucho más peligroso un grupo de personas a los gritos, sin tapabocas, en un bar atestado de gente", asegura Feldman, en diálogo con LA NACION.

 

El panorama que pintan tanto el CEO de Multiplex como los referentes de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas (CAEM), entidad que agrupa a los empresarios del sector, es desolador: "En enero se termina la única ayuda que teníamos por parte del Estado como el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP). Llevamos diez meses manteniendo a pérdida las salas y ya no vamos a poder afrontar ni siquiera los bonos que les damos a los trabajadores como forma de compensación. No lo puedo asegurar, pero mi sensación es que podría comenzar el cierre de salas. Nos quedamos sin recursos. Ya no hay más margen", sintetizó Feldman.

 

La única alternativa que manejan actualmente los exhibidores es tramitar ante las autoridades de las provincias un pedido de excepción (que luego tiene que ser autorizado por los funcionarios nacionales, tras el análisis de la situación epidemiológica en cada circunscripción) para que la actividad vuelva. En ese sentido, el sector teatral ya consiguió que tanto la Ciudad como la provincia de Buenos Aires les aprobaran los protocolos sanitarios y luego tramitaran ante el Poder Ejecutivo el visto bueno para la reactivación del sector. Los dueños de los cines solicitan un trato similar que les permita cumplir con el anhelado sueño de reabrir de una vez por todas sus puertas.